Ruta del Dinero K: Cristina seguirá investigada por lavado junto a Báez
Es una causa vinculada con el expediente principal, que analiza si el contratista fue testaferro de la vice.
Cristina Kirchner está a un paso de obtener el sobreseimiento en la causa conocida como la Ruta del Dinero K, después del dictamen del fiscal Guillermo Marijuan según el cual no logró dar con ninguna prueba que determine la intervención directa por parte de la vicepresidenta en las operaciones de lavado por 55 millones de dólares que encabezó Lázaro Báez. Sin embargo, continuará siendo investigada en otro expediente donde está imputada por operaciones de blanqueo y en el que se busca determinar si su ex socio comercial adquirió 1.420 bienes muebles e inmuebles a título personal o como testaferro.
"Todo lo que tuve es de una sola persona que está arriba y me lo dio para que lo administre, y no lo supe administrar quizás en la forma adecuada que él quiso que lo administrara”, dijo Lázaro Báez en 2019 durante una conversación que mantuvo desde la cárcel con una de sus abogadas. El sugestivo comentario fue solicitado por Marijuan y por la Unidad de Información Financiera (UIF) macrista en el marco de una causa que se desprendió de la Ruta del Dinero K, donde se investiga al empresario K y a Cristina Kirchner.
El juez federal Sebastián Casanello y el fiscal tienen bajo análisis una serie de intercambios comerciales, compras y ventas de inmuebles entre otras transacciones que vinculan a los Báez y los Kirchner. En este expediente, el empresario K condenado a diez años de cárcel está imputado al igual que la vicepresidenta, por el delito de lavado de dinero.
Como se trata de un hecho por presuntas operaciones de blanqueo vinculadas al cuantioso patrimonio del dueño del Grupo Austral, se investiga de forma individual. Así, explicaron fuentes judiciales a Clarín: “no incide en nada el pedido de sobreseimiento en el expediente principal”, ya que está constituido como un expediente aparte “donde hay medidas en curso y se sigue investigando la figura del posible prestanombre”.
Recordemos: mientras la firma insignia de Báez, Austral Construcciones, recibía licitaciones viales del gobierno kirchnerista, parte de esos fondos que cobraba los volcó a las maniobras de lavado. Las mismas incluyeron la compra compulsiva de propiedades y diversos bienes: 1.412 en ocho distritos diferentes.
Gran parte de esas compraventas de casas, terrenos y negocios se realizaron con Austral Construcciones, y muchas se concretaron con la familia Kirchner.
Mientras Austral se imponía en cuanta licitación se presentaba, la firma de Báez pagó a los ex presidentes 40 millones de pesos sólo en concepto de alquileres. Además, permutó un terreno tasado en 14,7 millones de pesos con la vice y compró 10 propiedades por 2 millones de dólares.
Para esos intercambios, el abogado de la vicepresidenta tuvo otra definición: "No fueron retornos, fueron negocios privados". Los jueces que condenaron por corrupción a la vice en el caso Vialidad desecharon esa premisa.
El volumen de la evidencia respecto de los acuerdos comerciales “es realmente inmenso” evaluaron los jueces y añadieron que los “variopintos acuerdos que unieron a Báez y Fernández de Kirchner (compraventas de inmuebles, fideicomisos para construcciones, permutas, préstamos dinerarios)”, posibilitaron “el lucro que obtenía Fernández de Kirchner gracias a Báez resulta más que suficiente para explicar el montaje de semejante operación defraudatoria”. En otros términos, Marijuan dijo que los vínculos entre la vice y su ex socio son “innegables” y que trascienden el mero conocimiento sino que había intereses cruzados y una gran cantidad de negocios compartidos.
Sin embargo, eso no pudo corroborar que haya existido una orden o una intervención directa de Cristina en las maniobras de blanqueo. ■