Massa busca que bancos chinos presten US$ 2.800 millones para el gasoducto
Son fondos para ampliar la traza que permitiría llevar gas a Brasil. Fuerte interés chino por el litio.
Después de dos escalas en el flamante avión presidencial, una en Valencia y otra más en Kazajistán en plena Asia Central para cargar combustible, Sergio Massa y su comitiva llegaron anoche a Shangai.
Se alojan en el Westin, coronado por una escultura de flor de loto y a pocas cuadras del malecón de esta ciudad, llamada la París de Asia y que mira hacia Pudong con edificios de formas insólitas y bellamente iluminados que expresan a la China del siglo XXI y que parece recobrar fuerzas tras una prolongadas pandemia que puso en duda su capacidad de reacción.
Massa, junto a la secretaria de Energía Flavia Royón y el titular del Enarsa, Agustín Gerez, busca un compromiso concreto de los bancos chinos para financiar el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner.
Fuentes de la delegación deslizaron que las tratativas ya arrancaron para solicitar US$ 2.800 millones que permitirán un ahorro de energía de US$ 3.000 millones solo en ese caso.
“Se paga solo”, aseguran los que acompañan al ministro, esperanzados en que los chinos den el OK. Tienen indicios tras los envíos de carpetas con el estudio de impacto ambiental, los permisos de pase para el trazado del gasoducto y la viabilidad técnica. Pero ya se sabe: con los chinos nunca hay que dar nada por descontado, de acuerdo a diplomáticos con larga experiencia en Asia.
Según cálculos de Economía, habría ahorros en total por US$ 8.700 millones. Parece un espejismo pero cuando esté listo el gasoducto Néstor Kirchner cuya obra, de 573 kilómetros se inaugura el 20 de junio, se evitarían importaciones por US$ 4.200 millones por año. Se añade la ampliación y el llamado gasoducto del Norte que consiste en la reversión que implica que, en vez de importar gas desde Bolivia se envía por el mismo ducto el gas de Vaca Muerta a las provincias del Noroeste y que son otros US$ 1.500 millones a favor de Argentina. En este caso ya hay financiamiento de la CAF por 800 millones.
La ampliación del Néstor Kirchner se licita en julio e implica un ahorro de importaciones por US$ 3.000 millones. “Volveremos a ser autosustentables en gas y generaremos divisas por exportaciones”, se entusiasman cerca de Massa. También buscan destrabar las inversiones para las represas del Sur. Por eso el primer encuentro será con China Gezhouba Group Corporation, la cara visible de las represas del Río Santa Cruz, luego de la disminución en la participación de Eling, la ex Electroingeniería.
Con Power China la reunión tendrá como hilo conductor una batería de proyectos con financiamiento. Otros encuentros son con CET - State Grid, en la que se abordará el objetivo de ampliar el sistema de transporte de energía eléctrica.
En cuanto al litio, se adivina un enorme interés chino. La comitiva se reunirá con Tibet Summit Resources junto a otras firmas. Y les anticiparon que hay vocación de desplegar nuevas inversiones en el país, dada la calidad del litio.
Algo de eso se puede observar en el largo trayecto desde el aeropuerto de Shangai hacia el centro de la ciudad: hay infinidades de autos eléctricos de empresas chinas y especialmente los Tesla de Elon Musk que llevan en sus baterías el litio de Catamarca
y revelan, a su vez, el alto poder adquisitivo de una parte del país que contabiliza 40 millones de millonarios, casi una Argentina.
Se desplazan sobre autopistas que tienen hasta siete niveles diferentes
y que van atravesando condominios de viviendas con torres que parecen calcadas unas de otras.
Por cierto, el auge de los vehículos eléctricos está impulsando a la industria de China que, con su vocación imperial, quiere superar a sus rivales occidentales. En marzo pasado se vendieron 596.000 autos eléctricos e híbridos, un 132% más que en 2022.
Se estima que en 2023 se despacharán en China 5,5 millones de unidades. En la actualidad ya circulan 10,1 millones de autos de propulsión alternativa. Hacen falta: aún la contaminación del aire es muy alta. ■
Uno de los objetivos del viaje es destrabar las inversiones para las represas del Sur.