“Llegamos a un final... ¿Será el inicio de una renovación?”
En “Mis deseos para el año que viene”, Juan Medici canta sobre la situación de países de América del Sur y sus gobernantes. Un canto hermoso de rebelión sin violencia. Una canción de protesta actual como la de los cubanos que gritan... Que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente...
Aristóteles dijo “la única verdad es la realidad” y estas canciones dicen verdades irrefutables. Pero hay parte de los pueblos que cae en las garras de las mentiras y cuando sus miserias los despiertan es demasiado tarde. Existen dictadores y narcos gobernando el cono sur de América. Se han apoderado de países y la gente con el arma más eficaz: la ignorancia. Gobiernan y viven como reyes a costa de la pobreza de sus mismos idólatras.
Argentina sufre la intromisión de Rusia y China de manera silenciosa y a ojos vista de los funcionarios. Gozan de privilegios. Poseen extensiones enormes sin beneficio para el país. Los dirigentes solo observan la ciudad nocturna que depreda nuestros mares y no rechazan siquiera presentando una queja por Cancillería.
Todo es arrasado por delincuentes y manos extranjeras que compran voluntades a los traidores de la Patria. Entregaron este país porque su ambición y su propia estolidez les hace liquidar aquello que no sienten suyo.
Llegamos a un final que no podemos saber si es el comienzo de una renovación porque comprobamos que no importa cuántas veces se demuestre una mentira, siempre quedará un porcentaje que creerá que es verdad y eso nos arrastra a todos al mismo precipicio. Mirta L. Rivero mirlirivero@gmail.com