Camila, la reina consorte, más visible en el Palacio
La esposa de Carlos tendrá una mayor presencia por los problemas médicos del rey y de la princesa de Gales.
En ausencia del rey Carlos III, recién diagnosticado de una “forma de cáncer”, y de su hijo William, que está cuidando a su esposa Catalina, convaleciente de una cirugía abdominal, la tarea de representar públicamente a la monarquía británica recaerá en la reina Camila.
Los problemas de salud del rey, de 75 años, y de la princesa de Gales, de 42, han reducido casi a la mitad el círculo de miembros activos de la familia real. De 76 años y moderadamente popular, la reina consorte se apropiará ahora de un protagonismo inesperado.
Otros miembros de los Windsor con presencia mediática son la princesa Ana, de 73 años y hermana del rey; y el príncipe Eduardo, de 59, benjamín de los hermanos de Carlos III.
El príncipe Guillermo, de 41 años, hijo mayor del rey y heredero de la corona, anunció que suspende sus actividades públicas, para estar al lado de su esposa Catalina en su recuperación.
Catalina, después de trece días ingresada en The London Clinic, el mismo centro hospitalario donde se operó el rey de sus problemas de próstata, regresó el lunes de la semana pasada a su residencia de Windsor (oeste de Londres), donde viven los príncipes de Gales con sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis.
La princesa, muy popular entre los británicos, no ha realizado apariciones públicas desde Navidad, y su convalecencia, tras una misteriosa operación abdominal, que la mantuvo trece días en el hospital, promete ser larga.
Con la ausencia anunciada de Carlos III, es posible que Camila deba suplantarlo en algunos actos protocolares. El último martes, por ejemplo, la reina participó en una recepción en el castillo de Windsor a los autores, ilustradores y encuadernadores que trabajan en una colección de libros en miniatura para conmemorar el centenario de la casa de muñecas ‘Queen Mary’. Camila tiene programados tres desplazamientos esta semana, dos de ellos fuera de Londres.
En una época en que los jóvenes británicos parecen interesarse cada vez menos por su monarquía, la ausencia de los príncipes Guillermo y Catalina, protagonistas asiduos de las portadas de muchas revistas, priva a la familia real de su pareja emblemática.
Los príncipes de Gales tenían anunciada su presencia en febrero en la ceremonia de los BAFTA (el equivalente cinematográfico británico de los Óscar estadounidenses) y se había hablado de un probable viaje a Roma.
El príncipe Guillermo es el más popular entre los miembros de la familia real, con un 68% de opiniones favorables, según un reciente sondeo de YouGov, delante de la princesa Ana, con un 67%, y Catalina, con un 63%.
El rey aparece en esa encuesta en la sexta posición, con un 51%, mientras que su hermano Eduardo cuenta con un 42% de aceptación, delante de la reina Camila, con un 41%.
El círculo de miembros activos de la familia real británica se ha reducido en los últimos años con la marcha a EE.UU. del príncipe Harry y de su esposa Meghan y la marginación del príncipe Andrés tras un escándalo sexual.w