Fútbol sin visitantes y con tribunas inseguras
Una medida transitoria lleva 16 años y una herramienta valiosa se aplica solo a pedido
El fútbol de Primera División lleva más de 10 años sin público visitante. En el del Ascenso fue la solución que se encontró para frenar en 2007 una violencia descontrolada. Pasaron 16 años. Casi nada cambio. De hecho, los muertos por hechos de violencia en el fútbol crecieron. Según los registros de la ONG Salvemos al Fútbol, entre 2013 y 2023 murieron 72 personas, 12 más que en la década 2003-2013.
¿A quién beneficia entonces una medida que nadie pudo o quiso revertir en más de 15 años? Básicamente, a los que deben gestionar la seguridad, como policías, funcionarios y dirigentes de clubes. Sin hinchas visitantes se les simplificó la tarea. Pero la violencia no desaparece. Y llama a la puerta de la autoridades cada vez que puede. El fenómeno más común son las propias internas en las barras. Pasó en la primera fecha de la Copa de la Liga antes del partido entre River y Argentinos, cuando distintos grupos que pugnan por liderar a los Borrachos del Tablón chocaron en la avenida Cantilo. Por el derecho de admisión, quienes quieren ese lugar tienen prohibido el ingreso al Monumental.
En el Ascenso, las peleas son distintas. El ingreso a los estadios es un colador y la violencia suele ser aún mayor. Con la actual crisis social era de presagiar que a las categorías menores del deporte les alcanzaría una chispa para encender el fuego. Sólo en la primera fecha, el partido entre Cañuelas y Midland (Primera B) tuvo que suspenderse por una batalla entre hinchas locales. En Chacarita, apuñalaron a un hincha en la tribuna y murió en el hospital cuando el partido en San Martín contra Deportivo Maipú se seguía jugando por la Primera Nacional. Y en Mendoza, en una pelea murió otro hincha antes del partido entre el local Gimnasia y Defensores de Belgrano. El partido igual se jugó.
¿Qué rol juega el Estado? En la Provincia está el Aprevide (la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte). A su nuevo titular, Guillermo Cimadevilla, el nombramiento le salió el viernes. Y aún no tiene firma como para tomar medidas tales como la clausura de la cancha de Chacarita. Por ahora, le dio 72 horas al club de San Martín para que realice su descargo.
En ese lapso, la barra despidió a Jorge Durán -el hincha asesinado- llevando el féretro a la cancha con la autorización del presidente del club, Néstor Di Pierro, quien argumentó que se trataba de un socio reconocido. Dentro de esas mismas 72 horas fue detenido Oscar Alberto Argüello, otro socio del club, acusado de haber dado la puñalada fatal.
El par de Cimadevilla en la Ciudad es ahora Juan Manuel Castrilli, hijo del ex árbitro. Ambos deberán articular políticas con el flamante director de Seguridad en Eventos Deportivos. De la mano de Patricia Bullrich, llegó Franco Berlín, de 25 años y estudiante de abogacía. Dijo al asumir que por “culpa de la violencia” había ido poco a la cancha. Sobre los hechos del fin de semana explicó que la responsabilidad es de cada jurisdicción, pero que va a convocar a todos los referentes de seguridad deportiva para articular un plan de emergencia. Tiene para ofrecer la herramienta Tribuna Segura, que aplica el derecho de admisión en los estadios y que no todos usan. La creó Bullrich en 2016 cuando era ministra de Macri. Ya se jugaba sin público visitante. Y, como se evidenció el fin de semana, las tribunas de seguras hoy tienen poco.