Nuevo roce entre Israel y el Papa por el conflicto en la Franja
La guerra de Gaza ha cambiado muchas cosas y las relaciones entre el Vaticano e Israel se han complicado. El último protagonista es el embajador israelí ante la Santa Sede, Raphel Sholz, pocos días después de una audiencia con el Papa.
La causa: según el diplomático, el sheik egipcio Ahmed Al Tayeb, muy amigo de Francisco, con quien hace cinco años firmó un documento sobre la Fraternidad que ha acercado a los musulmanes sunnitas al Vaticano del Papa, ha publicado una declaración “terriblemente antisemita”. El embajador de Israel hizo así referencia a la larga carta que Francisco envió al Imán de El Cairo, Al Tayyeb, por el quinto aniversario del documento de la Fraternidad entre católicos y musulmanes, que se ha difundido mucho en el mundo musulmán sunnita, mayoritario.
En su mensaje enviado este lunes, el Papa elogió el ánimo de diálogo y amistad, que estima recíproco, entre ambos líderes religiosos “y que continúa dando sus frutos mientras en muchas partes del mundo los efectos de una ausencia de solidaridad fraterna producen destrucción ambiental y degradación social”.
En su texto, el Papa argentino además considera indispensable llamar la atención sobre los principios que pueden guiar a la humanidad “a través de las sombras de la injusticia, del odio y de la guerra”.
El embajador israelí hizo notar al pontífice que “la falta de crítica a la actitud manifestada por el Imán sobre los acontecimientos que se vivieron en Gaza tras la masacre del 7 de octubre contra los israelíes con más de 1.200 muertos y una cantidad de rehenes llevados a Gaza que llevó a a Israel a la guerra contra Hamas”. En esa circunstancia, recordó el embajador, Al Tyyen elogió “la resistencia palestina y el pueblo de Gaza, que están afrontando la despiadada agresión israelí contra ellos”.
En rigor, el Papa envió una carta abierta a los judíos de Israel para recordar que el antisemitismo “es un pecado a los ojos de Dios” y destacar que en su "corazón los judíos tienen un lugar especial, junto con los palestinos”. En noviembre, una carta firmada por más de 400 rabinos y académicos de religión judía de todo el mundo pidieron al Papa “una palabra de cercanía” con el pueblo hebreo. La respuesta, llegada días después, fue muy apreciada por el Comité Judío de EE.UU.. “Es importante que en el mensaje el Papa haya afrontado la explosión del antisemitismo, condenándolo como un pecado”, señaló.