Milei multiplica las grietas, ¿estrategia o furia?

La reconfiguración de la política entorno a la figura de Javier Milei era una posibilidad cierta, pero se proyectaba en una etapa en la cual el Gobierno ya había conseguido aprobar las reformas en el Congreso y con los primeros resultados del programa libertario, basado en un fuerte ajuste, una desregulación de la economía para que el mercado sea el gran ordenador y una reformulación del Estado.

Si bien era evidente la escasa cantidad de diputados libertarios -38 de 257- y de senadores -7 sobre 72- para aprobar una ley, se suponía erróneamente que la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentino con más de 600 artículos traería detrás un trabajo minucioso y detallado acerca de las cantidad de votos favorables que tendría el oficialismo, y cómo negociar con cada sector para alcanzar la mayoría. No fue así.

Nada hacía prever que a los 58 días de su asunción, Milei se quedaría sin su primera ley, algo que nunca le había ocurrido a un gobierno nuevo, que suele llegar con el envión del triunfo electoral. En el caso del Gobierno, el envión estuvo, y seguiría estando, pero faltó política.

“La política es la herramienta que permite poner sobre la mesa los intereses de todos los sectores, y concluir en un resultado positivo a partir de un acuerdo en el que todos se lleven una parte”, resume un legislador con varias batallas parlamentarias a cuestas.

Más allá de los discursivo, o de la estrategia de siempre tener a mano un “enemigo”, el ataque presidencial a los gobernadores omite una realidad: así como en el balotaje el 56% eligió a Milei para asumir la presidencia, todos los gobernadores fueron elegidos por el voto de sus comprovincianos, algunos de ellos incluso por porcentajes mayores.

No se trata de simple empatía, sino de contemplar que la recesión con inflación impacta en todo el país. “Las provincias tenemos los mismos problemas que la nación. Tenemos que amortiguar el costo de las paritarias con los docentes, con el personal de salud, con los miembros de seguridad y nos estamos desfinanciando”, un mandatario provincial. Algunos gobernadores admiten que podrían no comenzar las clases en tiempo y forma.

La crítica de las provincias apunta, por ejemplo, a la decisión inconsulta, luego quitada de la extinta Ley Ómnibus, de aplicar retenciones del 15% a todos los sectores productivos, o bien el impuesto PAIS, ambos íntegramente para las arcas de la nación y sin que quedara nada para los distritos.

“Nosotros necesitamos tener algo que compense este ajuste, con distinto impacto según la provincia, pero todos tenemos los mismos problemas económicos que Milei”, subraya un funcionario de una provincia del Interior.

La decisión de Milei de correr a los funcionarios del Gobierno que respondan a gobernadores que no acompañaron la ley, y de hacer una consulta popular aunque no sea vinculante, multiplica las grietas. A la histórica era entre kirchneristas y antikirchneristas; ahora el oficialismo propone los que apoyan y los traidores. Y una tercera versión, la sociedad frente a la clase política o “casta”. Todos contra todos.

Al parecer, lo que buscaría de ese modo Milei es proyectar su figura y darle un mayor liderazgo frente al resto. Pero la consulta popular no vinculante, si bien es algo netamente simbólico, puede ser determinante para el futuro de su gobierno.w