La italiana Giorgia Meloni se consolida como una líder esencial de la Unión Europea
Dejando atrás su pasado anti-Bruselas, la premier busca los equilibrios en el bloque y se muestra pragmática.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, quedó aislado, el único que se resistía a un fondo histórico de la Unión Europea (UE) para Ucrania valuado en miles de millones. A medida que aumentaba la presión sobre él en vísperas de una cumbre de emergencia del bloque la semana pasada, necesitaba alguien con quien hablar. Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia, que durante mucho tiempo había compartido su antagonismo hacia Bruselas, fue ese oído comprensivo.
Mientras tomaban unas copas durante una hora, Orban se quejó de que la UE lo trataba injustamente por su política de extrema derecha. Meloni, una líder que hizo campaña desde la extrema derecha, le dijo que ella también había sentido el prejuicio. Pero, aclaró, en lugar de atacar a la UE, había tratado de trabajar con ella de buena fe, según un funcionario europeo con conocimiento de la discusión. Ese enfoque, argumentó, obligó a la UE a involucrarse con ella también y, al final, lo logró al aceptar que Italia había cumplido con los requisitos para la liberación de miles de millones de euros en fondos de ayuda para el Covid.
Orban finalmente aceptó el acuerdo con Ucrania. Fue un gran momento para Europa. Pero también fue un gran momento para Meloni, quien selló su credibilidad como alguien que podía desempeñar un papel influyente en el nivel más alto de líderes europeos.
Cuando Meloni se convirtió en líder de Italia en octubre de 2022, muchos en Bruselas temieron que fuera una fuerza disruptiva. En cambio, como demostró el episodio de Orban, se ha posicionado como una líder que puede hablar con aquellos de la extrema derecha. A medida que Europa se inclina cada vez más hacia la derecha, es un remedio que los dirigentes de la UE tal vez necesiten más en los próximos años.
“A ella le gusta actuar como un puente”, dijo Roberto D’Alimonte, politólogo de la Universidad LuissGuido Carli de Roma. D’Alimonte estimó que Meloni había “realizado un cambio radical”, de ser una ideóloga anti-UE a una líder pragmática pro-UE que entiende que necesita “toda la ayuda que pueda obtener” del bloque europeo con el que Italia está muy entrelazada.
Sin embargo, aclaró que -a su juicioMeloni se estaba moviendo hacia la corriente principal sólo “hasta cierto punto” y que todavía tenía una visión para Europa que reequilibraba los poderes fuera de Bruselas, buscando influencia en las elecciones europeas de junio.
Aun así, en muchos sentidos, Meloni ha tranquilizado al establishment europeo. Ha demostrado ser inflexible en el apoyo a Ucrania, se alineó con Estados Unidos y con la OTAN y retiró a Italia del vasto plan de expansión económica de China en Europa. También ha bajado el tono de su virulencia anti-UE y silenciado cualquier conversación sobre abandonar el euro o romper con el bloque, al contrario de otros partidos y líderes de extrema derecha en un universo post-Brexit donde la opción ha demostrado ser mucho menos atractiva. La AfD en Alemania, de la que Meloni dice estar separada por “distancias insuperables” es una excepción notable.
En otros temas, como la migración, gran parte de Europa ha adoptado su línea más dura. Trabajó con la UE para buscar un acuerdo con Túnez para evitar la llegada de inmigrantes. Y en los últimos días, fue anfitriona de una cumbre de líderes africanos en Roma para ayudar a encontrar recursos energéticos alternativos para Europa y detener la migración en su origen.
Su estallido de actividad europea no parece haber empañado su reputación entre otros líderes de derecha que están ansiosos por mostrar a los votantes cautelosos que ellos también pueden ser amables con el establishment.
Marine Le Pen, líder de extrema derecha en Francia, ya ha atenuado su apoyo al presidente ruso Vladimir Putin y su propio lenguaje anti-UE antes de las nuevas elecciones de 2027. Meloni ha calificado la evolución de su posición sobre Rusia y su distanciamiento de Putin como algo “interesante”.
Nicola Procaccini, miembro del Parlamento Europeo del partido Hermanos de Italia de Meloni, dijo que una inclinación de Europa hacia la derecha sólo convertiría a Meloni en un centro de gravedad más importante.
Procaccini, copresidenta del grupo de partidos de derecha en Bruselas que lidera Meloni, afirmó además que también le ayudó el hecho de que “entre las grandes naciones europeas, el gobierno italiano es quizás el más estable”.
Como ejemplo de su argumento señaló que el presidente Emmanuel Macron de Francia no podía volver a postularse, sostuvo que el gobierno alemán de tendencia izquierdista “es muy débil” y dijo finalmente que el gobierno de izquierda en España era “extremadamente débil”.
“Así que en este momento el gobierno italiano es el más sólido y eso es una ventaja”, completó.
La creciente huella de Meloni en Europa tiene sus raíces en un fuerte apoyo en su país que no ha hecho más que fortalecerse desde que asumió el cargo en octubre de 2022. Ha consolidado el respaldo en las encuestas y la influencia dentro de su propia coalición.
La muerte de Silvio Berlusconi eliminó a un socio voluble que simpatizaba con Putin y le gustaba causarle dolores de cabeza. Su otro socio de coalición, el alguna vez tremendamente popular Matteo Salvini, parece una noticia del pasado mientras lucha por ganar apoyo en los márgenes de extrema derecha, donde Meloni es vista como una hija nativa.
Su oposición de izquierda está en desorden. El socialdemócrata Partido Democrático argumentó que ella sigue siendo la misma ideóloga de extrema derecha de siempre, señalando su propuesta de hacer de la gestación subrogada un delito universal para los italianos y de reformar la Constitución para darle al primer ministro mayores poderes. Pero no ha logrado ganar terreno entre los votantes.
Los expertos se han quejado de la incompetencia general de la clase gobernante en torno a Meloni. Si bien señalan que Meloni ha hecho poco en materia de reformas reales, también dicen que ha demostrado ser pragmática, brindado estabilidad y que se ha alejado de su pasada retórica populista e incendiaria.w