A medio siglo del comienzo de un mito: Emmanuelle
Estrenada medio siglo atrás en París, la película “Emmanuelle” fue un fenómeno inmediato de repercusión: millones de espectadores en ese momento y una vigencia de una década, sin pausas, en las salas del cine Le Triomphe, en la avenida Champs Elyséess. Por supuesto, desde mucho antes se filmaron películas de alta carga sexual, inclusive estaba fresco el escándalo por “El último tango en París”, de Bertolucci. Pero la película de Just Jaeckin, con Sylvia Kristel como protagonista, refería a otro nivel de intensidad: de punta a punta. Estaba en nuestro país y en muchos otros (aquí, algunos conseguían proyecciones privadas o cruzaban hasta los cines en Uruguay).
Pero en Francia, donde el conservador Valery Giscard d’Estaign le había ganado las elecciones al socialista Francois Mitterand, se barría con la censura. Algunos estudios, inclusive, colocan a “Emmanuelle” dentro de la onda expansiva que produjo el Mayo francés del 68 en todos los terrenos, algo que parece exagerado. Por ejemplo, la cineasta Clélia Cohen fue una de las que se refirió al tema en su documental “Emmanuelle, la caricia más larga del cine francés”.
Las imágenes difundidas en Emmanuelle son un toque de ingenuidad al lado del sexo explícito que estallaría después en las plataformas digitales. El valor cinematográfico también es cuestionable aunque, relativamente pasable sin comparamos con la saga que le siguió imitarla (unas 40 películas con su sello, una más deplorable que otra en técnica y contenido). “Nueve semanas y media”, en la década siguiente, fue el otro tanque cinematográfico de la misma línea. Kim Basinger, su protagonista, tuvo más suerte que Kristel: ella sí pudo construir una carrera en el cine –Oscar incluido- mientras que la holandesa quedó marcada siempre por su rol en Emmanuelle.
Los productores le dieron la dirección a Just Jaeckin, un fotógrafo de moda, a quien valoraban por su refinada estética. Jaeckin encontró a su protagonista de casualidad, ninguna actriz francesa había aceptado el rol. Sylvia Kristel era una joven de 21 años, oriunda de Utrecht y recién consagrada en un concurso de belleza –Miss Europa TV- quien se presentó al casting de otra película. Jaeckin, quien murió hace dos años, evocó así el momento: “Vi pasar a una joven de pelo corto y rubio. Y al instante me enamoré cinematográficamente de ella. Me dije: ‘¡Es Emmanuelle!’ Fue un golpe de suerte”.