“Lukitas tirate al piso”, la última frase del jardinero asesinado
“Gracias por salvarme la vida con ese ‘Lukitas tirate al piso’”, escribió Lucas Tesure, el compañero de trabajo de Roberto Iannizzotto (39), el jardinero asesinado el miércoles al quedar en medio de un tiroteo entre policías y tres ladrones que escapaban tras robar una camioneta.
La víctima vivía a diez cuadras de Guaminí al 5124, en Caseros, partido de Tres de Febrero. Como todos los días había arrancado muy temprano a la mañana para hacer tareas de jardinería en el barrio. Trabajaba con Lucas, su ayudante.
“Siempre juntos, mi amigo. Gracias por todo lo que me enseñaste, por todas esas risas. Sos, fuiste y vas a ser una gran persona, que siempre daba todo por cualquiera. Te voy a extrañar y me vas a hacer mucha falta. Te fuiste de mi lado en un abrir y cerrar de ojos. Te amo amigo, nunca voy a olvidar esa sonrisa”, le escribió Lucas en sus redes sociales para despedirlo.
La mañana del crimen, Lucas y Mario cortaban el pasto, cuando pasó una camioneta a alta velocidad y un patrullero persiguiéndola. Mario observaba la escena y recibió un disparo letal que le impactó en el abdomen. Antes llegó a advertir del peligro a Lucas, que se alejó del cordón de la vereda y quedó lejos de la línea de fuego.
“No puedo creer esto que nos pasó mi amigo, mi patrón, mi socio, el que siempre estaba, a pesar de las peleas, reniegos. Era el primero en mandar un mensaje, hoy no lo tengo más conmigo, culpa de la injusticia. No poder hacer nada me rompe el alma, pero me pone fuerte el saber que estuve a tu lado hasta tu última hora y te fuiste en los brazos de un amigo que de verdad te quería y siempre te lo dije”, lo despidió Lucas en otro posteo.
Es que su amigo lo sostuvo hasta que llegó la ambulancia y lo acompañó al hospital donde llegó sin vida. “Gracias por tantos años de amistad, te voy a recordar siempre con esa sonrisa, que descanses en paz amigo y dale mucha fuerza a tu hijo y familia. A mí también porque va a hacer mucha falta, con solo no tenerte. Te amo Mario Iannizzotto, dale un abrazo enorme a tu mamá y tu papá, que es lo que más querías”, cerró el joven.
Fernando Pinelli, otro amigo de Iannizzotto, contó: “Mario era un tipazo, un gran amigo, padre de familia, laburante. Se levantaba temprano para podar los árboles y llevar dinero para mantener a su familia”. Se había criado con sus tíos porque sus padres fallecieron. Estaba en pareja y tenía un hijo de 15 años, producto de una relación anterior. Era fanático de Boca y de jugar a la pelota con amigos. Era muy conocido en el barrio.
Los autores del crimen siguen prófugos y no están identificados. “Los policías son testigos, hasta el momento”, aclararon en relación a los dos policías que iban en el patrullero que perseguía a la Toyota Hilux robada minutos antes.
El dueño de la camioneta es uno de los principales testigos, ya que vio a los ladrones y podría aportar información para identificarlos. Ese robo había ocurrido a unas 25 cuadras de donde balearon a Iannizzotto, en Dante y José María Bosch, Caseros. La víctima fue asaltada cuando estacionaba frente a su casa. Los delincuentes llegaron en “un auto oscuro”, según afirmó a Télam una fuente judicial.
El fiscal Ernesto Farber, de la Fiscalía N° 6 de San Martín espera el resultado de la autopsia y las pericias balísticas para determinar la trayectoria de los disparos. Iannizzotto “recibió un único disparo en la zona del abdomen con entrada y salida del proyectil, pero esto deberá corroborarlo la autopsia”, informó Télam.■