La Iglesia salió en defensa de las organizaciones sociales
Luego de la decisión de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, de rechazar la presión de los sectores y líderes piqueteros que reclaman por provisión de alimentos y optar por firmar acuerdos con entidades religiosas como Cáritas Argentina, la cara social de la grey católica, la Iglesia salió este viernes a aclarar su rol para la asistencia a comedores y defendió a las organizaciones sociales, aunque al mismo tiempo pidió un sistema con "transparencia".
La organización católica firmó un convenio por más de $ 310 millones para la compra de alimentos, en medio de una disputa entre la titular de Capital Humano y grupos piqueteros que hicieron filas de "gente que tenga hambre" como reacción a esa frase de la ministra que apuntaba a quitarle protagonismo a las organizaciones intermediarias de la ayuda social. Cáritas quedó en el medio y su comisión episcopal decidió emitir una aclaración escrita.
"Se ha malinterpretado dicho compromiso entendiéndolo como un acuerdo exclusivo entre la Iglesia y el Estado para ser los interlocutores únicos o principales validados en la ayuda a los sectores más vulnerables", advirtió Cáritas en un comunicado firmado por los tres directores.
En el texto, los obispos Carlos Tissera, Gustavo Carrara y Roberto Álvarez señalan que frente al aumento de la pobreza (que viene escalando desde hace años) han aprendido "a trabajar con un gran número de movimientos, asociaciones, centros vecinales, y sindicatos". Por eso, pidieron "integrar a todos aquellos que con enorme sensibilidad atienden a los más pobres" y que "se les dé la ayuda necesaria para que puedan seguir haciéndolo".
El comunicado se conoció poco después al gesto que tuvo el Gobierno con la Iglesia en la misma semana en la que eludió a dirigentes de organizaciones sociales y, en paralelo, cerró otros entendimientos con Conin y con sectores evangélicos. ■