La protesta del campo escala en España con más cortes de rutas
Hoy habrá nuevas protestas de los productores rurales contra la política agraria del gobierno y de la Unión Europea. Estiman pérdidas millonarias.
El campo se muere. Así resumen su situación los agricultores y ganaderos que, desde hace cuatro días, se manifiestan por toda España con tractorazos, cortes y protestas.
Reclaman que están viviendo una situación límite: que venden lo que cosechan a precios más bajos que el dinero que emplean en generarlo, que los productos que llegan desde países de afuera de la Unión Europea no cumplen los requisitos que se les exigen a ellos y que la burocracia a la que los obligan les consume horas de trabajo.
Aseguran, además, que el panorama es desalentador para las generaciones futuras y que cada vez hay menos jóvenes interesados en tomar la posta de sus padres agricultores o ganaderos.
Ayer, cuarto día de protestas, las rutas de acceso a ciudades como Zaragoza, Bilbao, Oviedo o Pamplona quedaron paralizadas por los desfiles y piquetes de tractores.
En Castilla La Mancha, sobre la autopista A3, cada media hora dejaban pasar los autos durante cinco minutos. En Bajadoz, amurallada por más de 500 tractores, la libre circulación se liberaba cada hora y media.
Según la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), las protestas del campo que demoran o impiden la distribución de mercancías por tierra están generado una pérdida de 35 millones de euros por día.
Para hoy está previsto el colapso total de los ingresos a Madrid y una concentración multitudinaria. También amenazan con bloquear
Valladolid, la ciudad que se vestirá de fiesta para la entrega de los Premios Goya, las distinciones más importantes del cine español que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
Los agricultores y ganaderos se oponen, entre otras medidas, a que la Unión Europea avance en el acuerdo con el Mercosur, que implicaría, a ojos de los productores españoles, el ingreso de productos elaborados con criterios menos estrictos de los que la normativa europea les exige.
Critican, además, la Política Agrícola Común (PAC), ese plan europeo para garantizar la seguridad alimentaria que contempla ayudas a los agricultores y ganaderos pero que quedan enredados en la burocracia.
El miércoles, los agricultores habían colapsado Barcelona, donde unos dos mil tractores estacionaron en la Gran Vía de las Cortes Catalanas y en la Diagonal y acamparon sobre el asfalto con parrillas improvisadas. “No nos iremos hasta que no nos reciban las autoridades”, reclamaban.
Lograron cruzar las rejas del Parlamento catalán en tractor y ser recibidos por la presidenta del Congreso catalán, Anna Erra, quien les prometió un debate extraordinario sobre el planteo del sector agroganadero. Según el Ministerio de Agricultura, en España hay 914 mil explotaciones agrarias y ganaderas cuyo rendimiento es desparejo.
“El año pasado, el incremento de la renta agraria en España fue del 11 por ciento. Fuimos el segundo país de la Unión Europea en crecimiento, pero ese dato macro esconde detrás situaciones muy diversas a las cuales responden estas manifestaciones”, admitió el ministro Planas. ■