El Super Bowl, la cita del deporte, el marketing y el show
Hoy a las 20.30, Kansas City y San Francisco juegan el partido más esperado en Estados Unidos. Dentro y fuera del estadio se esperan récords históricos.
Por 580 dólares, un juez vestido de árbitro casará a hinchas.
La expectativa es saber si Taylor Swift podrá ver jugar a su novio.
Las Vegas le propuso matrimonio a la NFL en diciembre de 2021. “Casemos lass marcas y traigamos el Super Bowl aquí”, recordó haber dicho Steve Hill, presidente y director ejecutivo de la Autoridad de Visitantes y Convenciones de esa ciudad, en una sala con los propietarios de las franquicias de la liga de fútbol americano. Todos dijeron sí. Y el compromiso culminará hoy en una ceremonia no tan íntima en el Allegiant Stadium, que albergará
su primer Super Bowl. Los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes y los San Francisco 49ers de Brock Purdy se jugarán la gloria desde las 20.30 (ESPN y Fox Sports) en un choque de titanes.
Los Chiefs buscarán conquistar su segundo Super Bowl consecutivo y el tercero desde 2020. Los 49ers, a un solo paso de levantar al cielo el trofeo Vince Lombardi tras 29 años de espera.
Sin embargo, la mirada no sólo apuntará a lo que sucederá dentro del estadio, más allá del show del entretiempo, con Usher como estrella central, el viaje contra reloj de Taylor Swift y las publicidades millonarias que tendrán a Lionel Messi como uno de sus protagonistas. Las autoridades de la Ciudad del Pecado esperan que el combo atraiga a más de 330.000 visitantes y genere 600 millones de dólares en ingresos. Se prevén récords en precios de habitaciones de hotel, entradas y apuestas deportivas.
Imitadores y coristas de Elvis Presley les dieron la bienvenida a las delegaciones cuando llegaron el fin de semana pasado. Una imponente réplica del Trofeo Vince
Lombardi flota en las fuentes del Bellagio. Imitaciones de postes de gol de campo apuntalan los puentes peatonales en el boulevard Las Vegas, donde se encuentran los principales hoteles, casinos y centros comerciales.
Entre las fiestas planificadas más importantes se encuentra la Maxim Casino Royale Experience, que incluye un paquete As de Espadas.
Es un fin de semana que cuesta un millón de dólares e incluye transporte en jet privado, 75.000 dólares en créditos de juego y 10.000 dólares por noche en créditos para cenar en los restaurantes del Resorts World. Los huéspedes también disfrutarán de asientos para ver el partido en la línea de las 50 yardas.
Por 580 dólares, la capilla Little Vegas ofrece la chance de vestirse con camisetas de equipos y casarse con un juez vestido de árbitro.
Fuera del Strip de Las Vegas, ya se han agotado las entradas de 149 dólares para una fiesta el día del partido en el Jackpot Bar & Grill, un pub diseñado por y para un fanático de los Chiefs de Kansas City. Con una sonrisa, el propietario del pub, Jeff Frederick, dijo que se han vendido pases para la fiesta a personas de todos los rincones de Estados Unidos y de lugares tan lejanos como Australia.
Ya se reservaron los lugares de estacionamiento para jets privados en Las Vegas y sus alrededores. La reventa de entradas para el partido ha superado los 12.000 dólares cada una y siguen subiendo.
Hasta el martes, el precio promedio de una habitación durante el fin de semana en algunos casinos, incluidos el Bellagio y el Aria, había superado los 1.400 dólares por noche de viernes a domingo. Y las 37.000 habitaciones de las 12 propiedades de MGM Resorts International se agotaron para anoche.
“Es increíble. Crecí en esta comunidad y crecí en una época en la que los equipos deportivos profesionales en Las Vegas eran solo una utopía. Ahora el mundo ha adoptado a Las Vegas como capital del
deporte”, dijo Michael Naft, comisionado del condado de Clark.
Los funcionarios de Nevada comenzaron a planificar su primer Super Bowl incluso antes de que se completara la construcción del Estadio Allegiant. A diferencia de otras ciudades anfitrionas, Las Vegas ubicó el estadio muy cerca del centro. La instalación de aspecto futurista y apodada “la Estrella de la Muerte” por Mark Davis, propietario de los Raiders de Las Vegas, se encuentra a 10 minutos en auto desde el aeropuerto y a poca distancia a pie del Strip.
Pasear por ese espacio después de un evento importante como el Super Bowl crea un recuerdo que no se puede reproducir, dijo Naft. “Si tu equipo ganó y cruzas ese puente con otros 40.000 fanáticos agregó-, esa es una experiencia muy especial”. ■