Malestar en el PRO con Bullrich por querer una fusión con LLA
Hay dudas sobre los costos para el partido de una alianza con los libertarios. Creen que la ministra acelera una negociación que debe demandar tiempo.
"Patricia cambia de partido como el "Tweety" Carrario de equipo". La frase futbolera se leyó en un chat de Whatsapp de dirigentes del PRO durante los últimos días. Silvio René Carrario fue un prolífico goleador de finales de los '90 que jugó en 17 clubes durante 18 años de carrera: un jugador multi-camiseta, de algún modo.
La filosa comparación, que despertó sonrisas y más de un emoji, resume lo que muchos referentes del partido piensan de la todavía presidenta del partido. Que embarcada en su propio proyecto personal dentro del gobierno de Javier Milei, Bullrich piensa al PRO como parte de una alianza inminente con La Libertad Avanza, pero que en el apuro por acordar puede hacerle perder el status que otros buscan conservar.
Urgidos por avanzar con una serie de reformas, en una evidente crisis de gestión con una decena de funcionarios de primeras y segundas líneas ya echados en apenas 60 días, cerca de Milei son conscientes de que necesitan robustecer su gabinete con volumen político. Así como su relación con la pata legislativa tras la caída de la Ley Ómnibus y el dañado vínculo con los gobernadores.
Del lado del PRO, el gran dilema es entre conservar la identidad del partido que apunta a presidir Macri desde el 19 de marzo, incluso siendo parte de un gobierno de Milei, o de combinarse con los libertarios estando dentro de un mismo armado, aun con el riesgo de que el proyecto fracase y que la sangre salpique para todos lados. En esa disyuntiva es que Bullrich parece quedar cada vez más aislada.
Para la ex candidata a presidenta, hay que abroquelarse como partido en torno al proyecto de Milei, su actual jefe político. La ministra duda de las intenciones de Macri de acercarse al Presidente. Enfrentada con él, cree que el ex jefe de Estado busca ganarle espacios de poder en lugar de colaborar con la gestión.
En el macrismo y en parte del mileísmo piensan que la intención de Bullrich, en realidad, es apuntar a una jefatura de Gabinete en el futuro.
Es casi un hecho que habrá un acuerdo político entre el PRO y la Libertad Avanza, pero las condiciones se negociarán. En lo legislativo, la idea de que haya un solo interbloque no convence a casi ningún diputado PRO, una bancada con 37 legisladores propios, la mayoría renuentes a mezclarse con 38 dirigentes libertarios con los que coinciden poco y nada en el día a día del Congreso.
"Nadie está de acuerdo con la idea de fusionar en los términos que propone Patricia", comenta una fuente parlamentaria en relación a las declaraciones que hizo la actual ministra de Seguridad.
El nombre de Ritondo es el que suena para tratar de unificar ese futuro interbloque de 75 diputados. Milei y Macri lo respetan. Incluso parte del peronismo dialoguista cree que los consensos legislativos serían mucho más fácil de cerrar con el dirigente bonaerense al frente de ese interbloque, aunque a él, dicen cerca suyo, no le convence la idea de hacer el mismo trabajo que hasta ahora pero con un grupo mucho más numeroso.
Otra diputada central del PRO es María Eugenia Vidal, a quien Macri habría sugerido como reemplazante de la ANSeS en lugar del eyectado Osvaldo Giordano. Debido a sus históricas diferencias ideológicas con Milei, a Vidal, cuentan en su entorno, no le cierra la idea de una fusión, sino que en todo caso habla de discutir una "coalición de gobierno". "Primero tenemos que discutir el rumbo que quiere llevar adelante el Gobierno. Hay coincidencias en lo económico, pero el gobierno no es sólo lo económico, sino también lo institucional y lo social", es el planteo que baja la ex gobernadora bonaerense.
Tras los cruces en el marco de la Ley Ómnibus entre Milei y los gobernadores de Juntos por el Cambio, los mandatarios del PRO ven con buenos ojos la alianza política en el día a día de la gestión.■