En su primer protagónico en una serie, Stallone no defrauda
El creador de “Rocky” divierte como un mafioso veterano que intenta adaptarse al cambio de época en “Tulsa King” (Paramount+ y Prime Video).
Género: Drama, Thriller. Creación y dirección: Taylor Sheridan. Con: Sylvester Stallone, Andrea Savage, Martin Starr. Emisión: Paramount+ y Prime Video (nueve episodios).
Un sapo intentando sobrevivir en pozo ajeno. Eso es en resumen Tulsa King y eso es también Sylvester Stallone en la televisión: después de tanta acción cinematográfica, le tocó el debut protagónico en una serie pasados los 70 años.
Con otro famoso en el rol central, es probable que Tulsa King (Paramount+ y Prime Video) no hubiera funcionado. Funciona porque es un traje confeccionado a la medida de Stallone y destinado a sus fans. Una historia sobre un bravucón cuyo guiño nos trae alguna reminiscencia de Rocky: la búsqueda, otra vez, de la gloria.
Nuestro antihéroe, un mafioso reinsertado en la sociedad, es un hombre que en los umbrales de la tercera edad se siente extranjero no sólo de un lugar, sino también de un tiempo (2022). Salió de la cárcel tras 25 años, lo enviaron a una suerte de “purgatorio” (la ciudad de Tulsa, en Oklahoma) y el mundo ahora se maneja por aplicaciones y algoritmos.
Esa dinámica en la que el hombre no encaja lo hace torpe y en parte adorable a pesar de ser un monstruo. No sabe qué es Uber ni cómo se usa, y en su derrotero su mayor enemigo no parece ser la policía, el FBI, ni las células mafiosas competidoras. Su principal verdugo es el tiempo.
Tulsa King es una dulce y doble revancha del rey de la testosterona, que no sólo tuvo que esperar medio siglo para una serie, sino para vengarse de aquel rechazo en el casting mítico de El padrino.
“Recuerdo haber ido a la audición como extra, una de las 250 personas que asistieron a la boda. Dijeron que no parecía lo suficientemente italiano”, despotricó Stallone en entrevistas.
El cuento: después de casi tres décadas de rejas, apenas recobra la libertad, Dwight “El General” Manfredi, empleado de la mafia italoestadounidense de Nueva York, le reclama a la familia Invernizzi un puesto en la organización. Su silencio de tantos años tiene un precio, pero le ordenan instalarse en Oklahoma para extender el dominio de esa red.
A este pistolero se lo podría catalogar por asesinatos cometidos, por brazos quebrados, por mentones despedazados y, sin embargo, Taylor Sheridan (creador, guionista, director) mete el bisturí de una forma que nos pone frente al dilema moral. ¿Por qué lo perdonamos a Dwight aun cuando comete aberraciones? ¿Qué fibra nos toca que estamos queriendo siempre que logre redimirse? El guion -y la interpretación del propio Stallonefabrican un asesino con tantos grises que descoloca.
Este ser no deconstruido, tan violento como caballero y tierno de a ratos, va armando un equipo de colaboradores en su plan de Ave Fénix. El primer contratado es un chofer. Luego, reclutará a un traficante de marihuana.
La aventura incluirá retomar el contacto con su hija y nieto y hasta toparse otra vez con el amor (o algo parecido). Manfredi mantendrá alguna chispa romántica con la agente Stacy Beale, aunque no será sencillo para la chica de uniforme lidiar con un alma tan oscura.
Sobre reconstruir un imperio, la pérdida de poder y cierto lugar que regala la juventud nos habla “El General” Manfredi y también nos está hablando irónicamente de Stallone y su estatus en Hollywood. Un drama criminal efectista. Juega con ese doblete del personaje y de Sylvester detrás de la máscara.
“La gente infringe la ley porque la legalidad pone trabas”, deduce este fornido de Brooklyn con licencia de conducir vencida y con su manual de máximas va dándonos la pauta de qué está hecho ese al que la vida parece haberle propinado más nocauts que a Rocky.
El destierro, el exilio, la vieja escuela masculina y otros tópicos
Esta ficción funciona porque es un traje a la medida de “Sly”.
nos envuelven en nueve episodios mientras comprobamos que el histórico rompedor de metatarsianos mantiene su fuerza intacta. Stallone no defrauda.
Tulsa -que tendrá segunda temporadanos enfrenta más que a esa ciudad a orillas del río Arkansas, cuna de masacres y violencia racial. Nos cuenta acerca de ese otro lugar del que es difícil escapar: la propia cabeza.w