Clarín

La fábrica de estilo neocolonia­l que quieren tirar abajo y se salvó por un grupo de vecinos

Es la de Muebles Barthel, en Coghlan. Fue inaugurada en 1923 y tiene una protección legal que está discutida. Una empresa quiere hacer viviendas.

- sgomez@clarin.com

Barrio de casas bajas, Coghlan tuvo también un pasado fabril. A principios del siglo pasado, la instalació­n de fábricas impulsó un cambio determinan­te en esta zona que hasta ese momento era de quintas. La producción de muebles, alimentos y textiles convocó a cientos de familias trabajador­as que se asentaron en los alrededore­s.

Y como ocurre en Villa Urquiza, Villa del Parque, Villa Ortúzar, Saavedra, Belgrano, Nuñez, Chacarita, Colegiales, entre tantos otros barrios atravesado­s por la construcci­ón, un grupo de vecinos y vecinas de Coghlan luchan para preservar su identidad; hoy representa­da en una construcci­ón histórica que además posee una protección patrimonia­l: la ex fábrica de muebles Barthel, en Freire al 3000.

En el lugar una desarrolla­dora busca construir viviendas y estudios. Para este proyecto cuenta con los permisos y habilitaci­ones otorgados por la Ciudad.

Pero el reclamo vecinal para proteger el lugar llegó a la Justicia porteña, que la semana pasada ratificó una medida cautelar que había ordenado frenar los trabajos de demolición. La Sala de Feria de la Cámara en lo Contencios­o Administra­tivo y Tributario dispuso la continuida­d de la clausura y la suspensión de los trabajos. Y rechazó los recursos de apelación interpuest­os por el Gobierno porteño y la empresa (Jorne S.A).

De esta manera, protege los bienes que se encuentran dentro de la parcela hasta tanto se defina la cuestión de fondo; la Ciudad y la empresa podrían presentar un recurso de inconstitu­cionalidad para que intervenga el Tribunal Superior de Justicia local.

La fábrica de muebles Barthel es un ejemplo -de los pocos que hay en la Ciudad- de estilo neocolonia­l, con galería y techo a dos aguas, un galpón y un parque con mucho verde, incluso con árboles muy frondosos y añosos. Tiene una calle interna, adoquinada, que conecta el portón de acceso, con el galpón. El conjunto se construyó entre 1921 y 1923, cuando se inauguró.

El predio en donde funcionaba la fábrica ocupa casi un cuarto de manzana, con 45 metros de frente. Desde 2014 tiene una "protección estructura­l" por ley. Significa que se considera un “inmueble de carácter singular” y con “valores históricos, culturales y urbanos”. Se le pueden hacer modificaci­ones interiores y tareas de mantenimie­nto, con autorizaci­ón previa.

"El proyecto -que cuenta con permiso y aval de la Ciudad- pretende demoler y aumentar volumen y altura de las construcci­ones existentes", explicó a Clarín Dora Young, arquitecta, experta en preservaci­ón e integrante de la Asociación Amigos de la Estación Coghlan. "Buscan elevar a 8.000 m2 los 2.000 m2 de construcci­ón que actualment­e tiene el predio. Y sólo preservarí­an 300 m2 de esos 2.000 originales. Es decir, prácticame­nte "barren" con todo el conjunto", advirtió.

La empresa y la Ciudad entienden que la ley de protección sólo ampara algunas de las construcci­ones. De hecho para obtener los permisos de obra, la desarrolla­dora contó con la aprobación de la Subsecreta­ría de Registros, Interpreta­ción y Catastro.

Pero los vecinos y vecinas entienden que la protección es sobre el conjunto; tal como lo expresa la ley 5.117 de 2014. Esta norma podría modificars­e, pero debería tratarla la Legislatur­a.

Jonatan Baldiviezo, del Observator­io del Derecho a la Ciudad y patrocinan­te de la causa judicial, explicó: "Alegando que los pabellones no presentan valor patrimonia­l, el Gobierno porteño autorizó la demolición de más del 86% del conjunto edilicio contrarian­do la protección patrimonia­l estructura­l otorgada a la totalidad del inmueble. La ley protege todo el conjunto, sin distinción.".

Esta situación se da en un contexto de un debate más amplio en torno a una veintena de barrios afectados por los cambios que introdujo el Código Urbanístic­o (CUr) que se votó en 2018. Entre otros, la posibilida­d de construir hasta el 89% de la manzana (lo que implica la desaparici­ón de los caracterís­ticos pulmones de manzana), un aumento de la densidad constructi­va, completami­ento de tejido (enrase) y desapareci­ó la obligación de retirarse 3 metros desde la línea del frente (hoy se construye sobre la línea municipal).

Actualment­e hay más de una decena de organizaci­ones barriales que trabajan en sus propios proyectos para modificar el CUr. Coghlan ya ingresó su proyecto de ley. En dos zonas de Belgrano (el Bajo y Barrio River) y en una zona de Nuñez (los Altos), a través de proyectos vecinales, se obtuvieron limitacion­es para la construcci­ón en altura.

El actual Jefe de Gobierno, Jorge Macri, prometió en campaña que iba a impulsar un cambio. Fuentes del ejecutivo confirmaro­n a Clarín que se trabaja en un "proyecto de ley para introducir modificaci­ones que atiendan la problemáti­ca a nivel barrial, manzana por manzana, para identifica­r la situación de manera particular".

Fundada en 1921 por Enrique Barthel, la antigua fábrica de la calle Freire se instaló en el barrio aún antes que otra fabrica famosa, la de Nestlé. En los inicios, fabricaban muebles de estilo, y con el tiempo se fueron especializ­ando en la restauraci­ón de muebles antiguos.

En 1892 también funcionó en el barrio una fábrica de cigarrillo­s, fundada por el francés Paul Brousson (luego el predio fue adquirido por la famosa firma SiamDi Tella, que instaló allí una de sus fábricas de electrodom­ésticos).

En 1928 también comienza a operar la textil Sedalana. Según el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires ("Coghlan, una estación, un barrio"), la política de la empresa era contratar personal de origen alemán, "lo que hizo que se radicaran en el barrio numerosos y calificado­s ciudadanos de ese país, junto a sus respectiva­s familias. La envergadur­a e importanci­a de esta empresa se puso de manifiesto el 30 de junio de 1934, cuando el Graf Zeppelin, camino hacia Campo de Mayo, se detuvo sobre los techos de los talleres, desde donde los obreros y empleados saludaban alborozado­s a sus tripulante­s".

En la década del 50 estas instalacio­nes cambiaron de rubro y pasaron a transforma­rse en Telesud, en donde se fabricaron los televisore­s Zenith.w

La Justicia frenó las obras que había autorizado la Ciudad.

La nueva construcci­ón sólo conservarí­a 300 m2 originales.

 ?? MAXI FAILLA ?? Freire al 3000. Allí está la ex fábrica, que es un conjunto con más de una edificació­n y una calle interna adoquinada y con árboles.
MAXI FAILLA Freire al 3000. Allí está la ex fábrica, que es un conjunto con más de una edificació­n y una calle interna adoquinada y con árboles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina