El Gobierno demora designaciones y se complica la gestión
Crecen las críticas en la administración de Milei por el atraso en nombramientos de funcionarios clave. Las miradas apuntan al jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
A más de dos meses de iniciada la gestión de Javier Milei, se repiten las quejas dentro del gabinete por las demoras en la designación de funcionarios, en especial en el rango que va de directores nacionales a subsecretarios, que provocan el retraso en la ejecución de programas oficiales pero también problemas más mundanos como la imposibilidad de utilizar el sistema Optar para la compra de pasajes aéreos para quienes eventualmente tienen que cumplir agenda en el exterior.
Se trata de un problema recurrente en la administración de La Libertad Avanza pero que ha ganado visibilidad con el correr de las semanas. Las demoras en los nombramientos se repiten, así, en los ministerios de Capital Humano en secretarías como Trabajo, Cultura o Niñez y Familia-, Seguridad y Economía, entre otros, y las miradas no apuntan a la secretaría de Legal y Técnica sino a la Jefatura de Gabinete, donde Nicolás Posse oficiaría como un celoso custodio de las altas de funcionarios.
“El problema no es (el secretario de Legal y Técnica, Javier) Herrera Bravo sino (Nicolás) Posse que busca certificar la idoneidad del funcionario propuesto e incluso solía enviar algunos nombres a una consultora para un último escaneo”, explica un dirigente libertario consultado que, además, concede que estas demoras “generan problemas en la gestión”.
Fue Patricia Bullrich quien, en ocasión de abundar sobre las negociaciones en marcha para cimentar una alianza de LLA con el PRO, reconoció el último viernes que todavía “hay muchos nombramientos que faltan” oficializar en el Ejecutivo y aseguró que es necesario
Bullrich alertó sobre los retrasos en los nombramientos.
“avanzar territorialmente sobre espacios que están dominados por gente que intentan destruir al gobierno desde dentro”.
Elípticamente la titular de Seguridad refirió a los planteos esbozados por los "aliados" del PRO y de un sector dialoguista de la UCR que vienen cuestionando que en el interior aún permanecen los funcionarios que venían del gobierno de Unión por la Patria, algunos de La Cámpora, al mando de las delegaciones de organismos nacionales como Anses, seccionales de Trabajo, Renaper, Migraciones o el Pami.
Tampoco el Ejecutivo avanzó en el nombramiento de los directores que el Estado nacional tiene en empresas como Techint o Telecom. Pero el atenuante esgrimido en este caso por las usinas oficiales refiere a que esos cargos dependen de lo que vaya a pasar con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses que, a través de la fenecida Ley Ómnibus, se proponía traspasar a la órbita de Economía.
Puertas adentro del oficialismo, no obstante, las mayores fricciones se producen por la falta de oficialización de funcionarios fundamentales para el normal andamiaje de las estructuras de los ministerios, esto es, subsecretarios, directores y coordinadores.
Así, hay gobernadores de distinto color político que han expresado su recelo por la falta de avance de programas iniciados por la gestión anterior que, en teoría, iban a tener continuidad en estos meses.
Algunos de los agentes sin designación, con todo, lo toman a broma: se sienten "okupas" de las oficinas públicas pero admiten que la recurrente estrategia de la "firma delegada" no soluciona todos los inconvenientes que surgen en los distintos organismos, donde funcionarios no tienen acceso al GDE, el sistema de expediente electrónico. “Es un papelón lo que está pasando sin mencionar que no cobramos y por varios meses estaremos en esta situación”, opina una calificada oficial fuente consultada. “En Seguridad sólo hay un 40% de la planta designada”, alega.
Es en este contexto en el que el hermético jefe de Gabinete es blanco de las principales críticas por supuestamente "pisar" muchos de los nombramientos con un sistema de "triple control" en el ingreso al Estado. En el entorno de Posse, no obstante, replican que la designación de las autoridades de cada cartera depende del accionar del ministro del área y minimizan cualquier conflicto en este aspecto.
Lo cierto es que Posse tiene la máxima confianza de Milei y concentra un poder decisión que le permite autorizar o no cambios en la estructura del Estado. Prueba de ello fue la tempranera salida del poder de Guiilermo Ferraro, quien tuvo un altercado con el ministro coordinador . ■