San Lorenzo cambió la cara y mereció más que un punto
Jugó un primer tiempo para el olvido y Estudiantes se lo facturó. Pero en el segundo fue otro, mostró su mejor cara y Bareiro igualó con un cabezazo.
Es inestable el fútbol argentino. Por eso San Lorenzo puede jugar un primer tiempo para el olvido y cambiar rotundamente en el complemento, a tal punto de despertar la ovación de sus hinchas. Lo mismo corre para Estudiantes: de una inteligente y efectiva etapa inicial pasó a la nada en el segundo tiempo. Fue empate 1-1, con el Ciclón mereciendo algo más que el punto.
Seis cambios metió Ruben Insua respecto al equipo que fue goleado 4-1 por Racing. Pero no acertó el Gallego porque lo que debe modificar es la táctica. O, como mínimo, el esquema táctico. El 5-2-3 que tanto le dio en el inicio del año pasado es ahora un dibujo que no da frutos.
El Ciclón es un elenco sin conexiones, con poca capacidad ofensiva y sin fantasía. Y lo peor es que hoy defiende mal y la fortaleza de tiempos pasados, cuando solía mantener el arco sin goles, ya no es tal. Para muestra alcanza observar el gol de Correa en la etapa inicial:
Estudiantes elaboró una jugada casi en cámara lenta.
¿No es hora de cambiar de raíz? La posible modificación del esquema no significaría abandonar la idea. Se puede intentar lo mismo por otros caminos. No le alcanza a San Lorenzo con el nombre por nombre; los rivales parecen haberle sacado la ficha.
Encima enfrente estuvo Estudiantes, un equipo sin grandes brillos pero inteligente. Tener a Enzo Pérez le facilita el trabajo al entrenador. A poco de iniciado el duelo, el mendocino de 37 años habló con Mauro Méndez y Correa. Pedía un ajuste Enzo, porque en dos ocasiones habían corrido al mismo tiempo al espacio y para los costados cuando los volantes tenían la pelota. ¿Qué pasó? Enseguida los delanteros hicieron una pared y Correa definió cruzado para el 1-0.
Hubo un penal que reclamó Estudiantes por mano de Hernández tras remate de Correa. En las repeticiones, se observa un leve desvío en un brazo del defensor local cuando definía el atacante. La pelota siguió su curso, pero más despacio. El VAR decidió no llamar a Tello. “¿Nadie pregunta por el penal?”, se enojó Eduardo Domínguez en la conferencia.
Pateó el tablero Insua en el entretiempo: puso al colombiano Herazo, que se sumó el lunes al plantel. Todo un síntoma del momento. La salida del juvenil provocó que Barrios se plantara de enganche para armar un 3-4-1-2. Minutos más tarde, Tarragona se metió por Perruzzi y el Ciclón pasó a jugar con un 34-3, con el Perrito en el medio y 3 delanteros de área.
San Lorenzo fue otro y arrasó a Estudiantes. Los centros llovieron de un lado y del otro. Crecieron Braida, Irala y Romaña, pura potencia. Herazo despertó a todos con sus ganas. Bareiro empató con un notable cabezazo luego de un centro de Giay.
La igualdad llenó de energía al local y mereció la victoria. Bareiro casi hace un golazo de volea y Herazo estuvo a nada de anotar de cabeza. También tuvo una clara Irala: su remate que se estrelló en el travesaño.
Fue un tiempo para cada una. San Lorenzo fue mucho más en su mitad a favor y por eso mereció más. ■