Los gobernadores, sin una estrategia común y con enconos mutuos
Predomina la bronca con el Presidente. El factor del timing político.
Sin una estrategia común debido a sus propias diferencias partidarias y en muchos casos también desconfianzas mutuas, los gobernadores empiezan a articular sus primeras respuestas contra lo que consideran una política de “hostigamento” por parte de Javier Milei.
Más aún: entre los jefes provinciales vislumbran que aumentarán los enfrentamientos del Presidente contra ellos. Ven una lógica de tres escalas: primero los atacados por Milei fueron los sindicalistas, después le tocó a los diputados y ahora es el turno de los gobernadores. Según esa lectura, el problema de fondo no sería fiscal sino político: la construcción de un enemigo imaginario.
Si bien la interpretación que hacen los gobernadores de los cuestionamientos del Presidente es bastante homogénea -habría unanimidad en la calentura que tienen-, sus reacciones por ahora son heterogéneas. El chubutense Ignacio Torres fue con una cautelar a la Justicia para reclamar contra la quita de los subsidios al transporte. Axel Kicillof hará reclamos por vía administrativa. Y el rionegrino Alberto Weretilneck anunció que irá a la Justicia por la poda en el Fondo de Incentivo Docente.
Entre el resto de los gobernadores parece predominar por el momento la posición de esperar. Muchos por una cuestión de timing: Milei tiene una imagen positiva alta en el electorado de sus propios territorios y prefieren evitar entrar ya en una pulseada. Creen un error meterse en una pelea contra un Presidente con menos de 70 días en el poder.
Eso sí: es posible que a la larga todos los gobernadores terminen con acciones judiciales. Sería una forma de reclamar en caso de que no haya respuesta pero también de no dejar abiertos frentes internos. Es que podrían exponerse a denuncias por incumplimiento de deberes ya que algunos de los fondos que les quitaron provienen de impuestos con asignación específica, según interpretan en el entorno de un mandatario. Como sea, todo terminaría definiéndose en la Corte, que debe resolver también en otros reclamos de las provincias, como las cautelares por los cambios en Ganancias y la devolución del IVA.
Entre algunos gobernadores de JxC se palpa, además, un encono especial contra la Casa Rosada. Hay quejas de que los tratan igual que, por ejemplo, a Kicillof y que no se tiene en cuenta que muchos de los diputados que les responden votaron a favor hasta los polémicos incisos de la Ley Ómnibus.
De no haber paz, la caja de resonancia de la pelea posiblemente sea el Congreso. A la amenaza de los peronistas de voltear el polémico megadecreto de Milei, se suma otra que proviene de los gobernadores de Juntos: que las reformas estructurales que se propone llevar adelante el Presidente deberán pasar por el Parlamento. Y solo con los legisladores libertarios no le alcanzará.w