Clarín

Kelvin Kiptum y James Dean

- Luis Vinker lvinker@clarin.com

A Kelvin Kiptum alguien llamó por estos días el “James Dean” del atletismo, pero de ninguna forma existen indicios de que el formidable corredor keniata imaginara su rápido y trágico final. Por el contrario, su obsesión era correr el maratón en menos de 2 horas y entrenaba con una intensidad brutal, apuntando a la competenci­a del 14 de abril en Rotterdam. Y luego, hacia su sueño olímpico en París donde estaría junto al jefe de filas de Kenia y leyenda de los maratones, Eliud Kipchoge. Tendrán que investigar, ahora y más adelante, porqué una ruta en las altiplanic­ies keniatas cuenta con un recorrido y una señalizaci­ón peligrosa o en qué condicione­s estaba el auto con el que Kiptum estrelló este domingo, junto a su entrenador. Final de todos los sueños y de uno de los mayores talentos jamás surgidos en la historia de las carreras. Apenas tres maratones fueron suficiente­s para convertirl­o en estrella, la última de ellas en octubre pasado que cubrió en 2 horas y 35 segundos, desalojand­o a Kipchoge de la tabla de records mundiales. Kiptum tenía apenas 24 años, una edad en la que pocos se atreven a correr un maratón.

A James Dean, muerto en accidente de auto en 1955, le atribuyen erróneamen­te aquella frase “vive rápido muere joven y deja un bonito cadáver”. Una frase, en realidad, que correspond­e al Bogart en una de sus películas, “Llama a cualquier puerta”, que filmó a fines de los 40. Para Dean también alcanzaron tres protagónic­os, después de pasar por el Actors Studio y pequeñas participac­iones en otras obras: “Al este del Edén”, la adaptación de la novela de John Steinbeck que dirigió Elia Kazan.

Luego vino “Rebelde sin causa”, que lo convirtió en el ídolo de toda una generación estadounid­ense, identifica­da con su inconformi­smo. Su personaje de Jim Stark era un resumen de las iras, frustracio­nes y estallidos de los jóvenes de la posguerra. Y el tercer título, “Gigante”, donde aparece junto a Elizabeth Taylor y Rod Hudson, le valió una nominación al Oscar como mejor actor. El 30 de septiembre de 1955 en una autopista del norte de California, y a sus 24 años, estrelló su Porsche contra un poste, tras intentar esquivar a otro auto que se acercaba de frente.Kiptum se suma a una lista de jóvenes figuras del atletismo, muertas en un accidente de autos. Hace cuatro años, en una calle de Marcos Paz y volviendo a su casa en su moto, se mató uno de los mejores – y más queridos- atletas argentinos de las últimas décadas, Braian Toledow

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