Israel bombardea el Líbano y temen una escalada regional: hay 5 muertos
Dos de los fallecidos son niños. La ofensiva israelí replicó un ataque previo de Hezbollah que mató a una soldado. Miembros del gabinete de Netanyahu piden una acción más agresiva.
Al menos cuatro personas murieron, dos de ellas niños, y otras diez resultaron heridas en una ola de bombardeos “extensivos” lanzada ayer miércoles por Israel contra varios puntos del Líbano, en respuesta a una andanada de cohetes disparada desde ese país. El intercambio de bombardeos hacía temer anoche una escalada del conflicto en la región, cuando las negociaciones para una tregua en Gaza parecían estancadas.
Uno de los ataques aéreos alcanzó una vivienda en la localidad meridional de Souaneh, destruyéndola por completo y matando a una mujer de nacionalidad siria, así como de sus dos hijos de 2 y 13 años, indicó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN). Por otro lado, el grupo chiíta libanés Hezbollah, apoyado por Irán, anunció el fallecimiento de uno de sus miembros, que identificó como Hassan Ali Hajem, residente en el área también sureña de Adchit. Según la ANN, el combatiente murió en otro bombardeo que tuvo como objetivo un edificio en Adchit, donde también resultaron heridas otras diez personas y donde se registraron importantes daños materiales en comercios o vehículos.
Israel anunció este miércoles el inicio de “una serie de ataques extensivos en el Líbano” después de que una andanada de cohetes impactara en varias zonas del norte del país, incluida una base militar en Safed, a unos 14 kilómetros de la frontera y más alejada de los puntos principales de fricción. Allí pereció una mujer soldado y otras ocho personas sufrieron heridas.
Hezbollah no ha reclamado la autoría ni se ha atribuido ningún otro ataque hasta entrada la noche de ayer. Desde el pasado 8 de octubre, el movimiento libanés está enzarzado en intenso fuego cruzado con las fuerzas israelíes a través de la divisoria común, en los peores choques entre las partes desde la guerra librada por ambos en el verano de 2006. Los enfrentamientos se volvieron a intensificar en la última semana, con nuevos ataques selectivos de Israel contra áreas libanesas alejadas de la divisoria y una serie de lanzamientos de envergadura por parte de la formación chiíta.
Muchos políticos israelíes, incluidos miembros del gabinete, han instado al primer ministro Benjamín Netanyahu y al ejército a actuar más agresivamente contra Hezbollah, la milicia más poderosa de Medio Oriente. Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que sus ataques aéreos tuvieron como objetivo complejos militares, salas de control y otras infraestructuras de Hezbolá. “Esto es guerra”, dijo el ministro de seguridad nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, quien desde hace mucho tiempo aboga por una postura más agresiva contra Hezbollah. “Es hora de cambiar nuestra forma de pensar”.
Otros funcionarios fueron más mesurados, pero también dieron a entender que Israel tomaría represalias agresivas. “Esta mañana hemos experimentado un ataque severo al que la respuesta llegará pronto y con fuerza”, dijo Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra de Israel pero que encabeza un partido de oposición.
En tanto, mediadores de Estados Unidos, Egipto y Qatar están trabajando en El Cairo para asegurar un alto el fuego entre Israel y Hamas y el regreso de unos 100 rehenes que el grupo terrorista palestino aún mantiene en Gaza. Netanyahu, sin embargo, ha minimizado las posibilidades de un acuerdo. El primer ministro se negó a enviar negociadores a El Cairo ayer, diciendo que no cedería a las “demandas delirantes” de Hamas. Una de la organización fundamentalista es que las fuerzas israelíes se retiren de Gaza dentro de unos 90 días de un alto el fuego. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que gobierna a los palestinos en Cisjordania, ha instado a Hamas a aceptar un acuerdo para evitar un ataque a Rafah. Todos estos reclamos han hecho que las negociaciones, que hasta el martes lucían promisorias, ayer aparecieran como estancadas.
Los bombardeos coinciden con las amenazas del ejército israelí de iniciar una ofensiva en Rafah, la ciudad del sur de Gaza donde más de un millón de palestinos se han refugiado de los combates en otras partes del enclave.
La guerra se inició el 7 de octubre cuando Hamas atacó el sur israelí matando a 1200 personas, en su mayoría civiles, y tomando a 240 rehenes. En su réplica, Israel lanzó masivos bombardeos sobre Gaza con un saldo de 26.000 muertos, la mayoría mujeres y niños, y una crisis humanitaria que se agrava día a día. El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, dijo ayer que seguirán atacando a Israel hasta que acepte un alto el fuego con Hamas.w