Clarín

Derrumbe en Caballito: “No pasa nada”, dijo el jefe de la obra antes de la tragedia

Una vecina alertó sobre una grieta en el departamen­to donde vivían las dos víctimas. Las denuncias por rajaduras y vibracione­s comenzaron en 2022.

- Candela Toledo ctoledo@clarin.com

El derrumbe del PH de Caballito hace ocho días en la avenida Pedro Goyena- fue una tragedia anunciada. A pocas horas de que la vivienda se venga abajo, una vecina había alertado a Ramón Acuña (75) sobre una importante grieta que partía en dos una parte de su departamen­to. Luego de una llamada “tranquiliz­adora” con el jefe de obra, a los pocos minutos todo terminó con la muerte del hombre y su hermana, Nélida Acuña (81).

Ingrid Vadala salió esa mañana a comprar al supermerca­do justo antes de que comience a llover. Su unidad está en la parte de atrás del PH y para salir a la calle tenía que pasar por un pasillo desde el que se podía ver una parte del departamen­to de los hermanos Acuña.

Cuando pasó por el pasillo, llevó su vista a esa parte de la casa de Ramón y, sorprendid­a, comenzó a alertar por el grupo de Whatsapp a los vecinos del complejo.

“Cuando salgo veo que la parte de la casa de Ramón tenía una rajadura. Le mando por el grupo ‘¿Ramón, vos a esta rajadura la habías visto?’ y me respondió que ‘no’. Ahí se comienza a angustiar, nos decía que ya estaba cansado de esta situación porque tenía todo rajado y además tenía una pérdida de agua”, comenzó el relato de Ingrid.

Mientras conversaba­n, la vecina le propuso a Ramón dos vías para poder encontrar una solución. La primera era que ella lo iba a ayudar para hacer la denuncia en la página del Gobierno de la Ciudad o darle el número del jefe de obra para que él mismo le cuente la situación.

Alrededor de las 11.20, el hombre de 75 años volvió a contestar en el grupo de vecinos y dijo que ya había tenido una conversaci­ón telefónica con el arquitecto. En el audio, al que Clarín pudo acceder, Ramón dijo: "Ingrid, ya hablé con Santiago (el jefe de obra). Le mandé un Whatsapp y me llamó él, le dije quién era, le dije qué pasaba y me dijo ‘si tenes fotos de eso, mandamelás que yo ya lo pongo en una carpeta y que diga 14 y lo mando a la empresa, como tengo de las otras’”.

“Me dijo (el jefe de obra) ‘si si si, quedate tranquilo que todo se soluciona… estamos en comunicaci­ón. Así que nada, ya está, por lo menos mandado allá, y me dijo que cualquier cosa me avisa. Gracias por ocuparte mi amor, gracias querida”, le dijo a Ingrid.

Cerca de las 12.48 comenzó a diluviar. “A las 12.30 pasé a buscar a mí mamá para un control de salud. Mi tío estaba por ayudar a mi madre para bajar las escaleras porque necesitába­mos hacer todo lo más rápido posible”, recordó Silvia, la hija de Nélida.

“No llegaron a eso. Yo estaba hablando con mi madre y escucho que dice ‘hubo una explosión’ y lo va a buscar, no sé hasta dónde y le dice a mi tío ‘se está abriendo la pared, se está abriendo la pared’. Quedó el teléfono abierto y pasó”, agregó.

El comienzo de las grietas Según aseguran los vecinos, el 29 de noviembre de 2022 había comenzado la demolición de lo que antes era una clínica. “A partir de ahí empezó nuestro caos”, advirtió Vadala, y aseguró que su departamen­to “fue el primero que empezó a perjudicar la obra”, remarcó.

“Hace un año y medio había iniciado acciones legales. Mi casa está en el fondo del PH y es lindera a la obra, por lo cual cuando comienza la demolición me la empiezan a romper toda. Se rajaron los techos, me rompieron mi techo de vidrio y comenzó a entrar humedad. A raíz de todo esto tuve que poner abogados pagados de mi bolsillo”, relató.

La vecina advirtió que el problema fue empeorando en noviembre del año pasado cuando comenzaron a ver que en el pasillo, por donde pasan los caños de gas y agua, había “importante­s grietas”.

“Cómo sabían que yo tenía todo judicializ­ado, me hicieron un encofrado en la pared de mi casa y después comenzaron a escarbar seis metros para abajo. Más allá de eso, la pared de mi casa se empezó a separar del piso. Luego de un tiempo, corrieron el obrador y comenzaron a trabajar delante de donde estaba la casa de Ramón. Esto se evitaba con el mismo trabajo que hicieron atrás en la pared de mi casa”, explicó.

Cuatro semanas antes del derrumbe, la constructo­ra había intimado a los propietari­os por una pérdida de agua que desembocab­a en la obra. Como consorcio, habían contratado una empresa para que viera el estado de los caños, y determinó que, a consecuenc­ia de la obra, hubo un desplazami­ento provocado por el propio movimiento de la tierra. Al mismo tiempo, la casa de Nélida y Ramón empezaba a perder agua de su techo.

Silvia, la hija de Neli, remarcó que los vecinos nunca estuvieron de acuerdo con la obra lindera. “Mi familia vive hace 50 años acá, son casas antiguas, pero con historias. Esta empresa, cuando llegó al barrio, le ofreció a mi mamá vender su departamen­to y mudarse. Vinieron a lucrar con una construcci­ón que antes no se permitía en Caballito. Ahora mataron a mi familia y de la manera más cruel”, remarcó.

“Yo sé que en este país no hay justicia, que no van a ir presos, pero quiero que esa constructo­ra no pueda hacer más nada y no siga matando gente", enfatizó la mujer, y agregó: "Nuestro dolor es insoportab­le, nadie del Gobierno se ha acercado a nosotros. En un año nunca vimos ni un ladrillo, era todo excavación. Queremos un abogado renombrado, porque esto fue una desidia por parte del Juez Font y de Qubo construcci­ones y negocios”.

Este último miércoles, los vecinos se reunieron con las autoridade­s del Gobierno porteño en la puerta del PH

“”Desde ese día estamos solos, en la nada y en la calle”, dijo Ingrid Vadala, que vivía en la unidad 7 con su esposo y sus dos hijos de 8 y 23 años. Desde ese momento, vive en la casa de su hermana pero asegura que “no se puede seguir así, es muy incomodo”.

Como aún persiste el riesgo de derrumbe, aún no pudieron ingresar autoridade­s para hacer las pericias y avanzar con la investigac­ión judicial. ■

Las víctimas fueron dos hermanos de 77 y 81 años.

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Sin pared. El departamen­to que se vino abajo.
 ?? ?? Grietas. Los vecinos venían denunciand­o riesgos.
Grietas. Los vecinos venían denunciand­o riesgos.
 ?? ?? Rescate. Minutos después del derrumbe trágico, bomberos ingresaron adonde murieron dos personas.
Rescate. Minutos después del derrumbe trágico, bomberos ingresaron adonde murieron dos personas.

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