Más que fútbol, hubo lucha y Vélez se lo dio vuelta a Riestra
Partido ordinario que el Fortín se llevó con otro gol sobre la hora, como ante Gimnasia. El local se puso en ventaja y se conformó con defenderla. Lo pagó.
Cuatro partidos y 22 minutos tardó Riestra en convertir su primer gol en Primera División. La definición de Ortiz contra el palo derecho de Marchiori nació de un lateral que Dimatei sacó rápido porque el alcanzapelotas se apuró en entregarle el balón. Pero el que a lateral mata, a lateral muere. Casi a la misma hora del tiempo jugado pero en la segunda etapa, Aquino sacó rápido un lateral y Romero con una magnífica tijera de media vuelta puso el empate. No tiene suerte Riestra y Vélez “liga” lo que le faltó en otros partidos. Como ante Gimnasia logró la victoria en el descuento con un zurdazo de Lobato, recién ingresado por Pizzini, que remató una pelota que le había bajado Vecino. Lo ganó Vélez y está bien. Pero no le sobró nada. Es más, le faltó de todo.
Partido ordinario como pocos. Porque Vélez fue impreciso toda la tarde y Riestra, una formación combativa que juega al roce permanente, a la falta táctica y a la presión constante no lo dejó jugar.
¿Dónde estuvo el pecado de Riestra? En salir a defender el 1-0 en al segunda parte. Tuvo sus chances y Marchiori evitó el segundo en una atajada a Céliz “a lo Dibu”. No se puede perdonar. Vélez fue claro sólo cuando Aquino manejaba la pelota
y no le caía un vietcong de Riestra encima. Se lo perdió Piñero, se lo perdió Romero en la segunda jugada, un remate de Aquino dio en el travesaño. Y llegó el empate. Parecía cerrado el 1-1 pero la suerte estaba del lado de Quinteros.
Faltaban cuatro minutos y recién entonces, cuando el partido lo demandaba
antes, puso a Vecino y Lobato y entre ambos construyeron el 2-1 que terminó siendo premio a la constancia y a la búsqueda, a no darse por vencido, pero jamás al buen juego.
Riestra casi siempre apostó al pelotazo largo. Tuvo en Herrera un baluarte ganándole casi siempre el forcejeo a Valentín Gómez pero las que ganó no tuvieron resolución más que con remates desde lejos. No juega Riestra. Lucha. Pelea. Pero no tiene fútbol. Será duro ganarle, también será difícil que gane. Ayer recibió un duro castigo por no ser más ambicioso. Vélez, feliz. Es sí, de jugar bien, ni hablar. ■