La alianza Milei-Macri podría generar bajas en el PRO y LLA
En el oficialismo hay diputados que piensan en 2027 y remarcan que la competencia es con el macrismo. El larretismo carga contra Bullrich.
¿Quién gana y quién pierde con una posible fusión del PRO y La Libertad Avanza? Es la pregunta más recurrente que se hacen en el Congreso desde que Javier Milei optó por el plan B de abrir el juego a Mauricio Macri tras fracasar su tímido acuerdo con los gobernadores no K a partir de la caída de la Ley Ómnibus en Diputados, luego de 40 días de idas y vueltas.
"Por ahora está todo por verse", dijo un experimentado legislador del macrismo, mientras las internas en ambos espacios van ganando terreno y amenazan los planes de los líderes. "Todavía falta definir la letra chica porque no sabemos si es un acuerdo para el Ejecutivo o si es también para el Legislativo", se atajó una diputada oficialista ante la consulta de Clarín.
Pese a que aún no se avanzó en el proyecto de fusión, los protagonistas empiezan a anticipar posiciones. Los ultra mileístas y los conciliadores prefieren mantener a Martín Menem en la presidencia de Diputados, un cargo que puede ser parte de la negociación entre Milei y Macri, quien desde el momento que apoyó al libertario en el balotaje quiso a Cristian Ritondo al frente de la Cámara baja.
"Si Ritondo es presidente de la Cámara puede caer mal en el bloque. Y puede haber bajas en LLA, no es algo que pueda pasar en lo inmediato, pero todo se define sobre hechos consumados", avisó uno de los fieles del Presidente. Desde el otro sector del oficialismo, que tiene cierta rispidez con el riojano, también bancan a Menem al frente de la Cámara, al menos hasta diciembre, y a lo sumó aceptarían su salida si se le asigna un cargo relevante dentro del Ejecutivo.
Ritondo ya rechazó la posibilidad de ser el presidente de un posible interbloque, que era la propuesta de los libertarios, postulando a Oscar Zago para la vicepresidencia para cerrar uno de los círculos legislativos. Pero las recientes declaraciones de Ritondo destacando que el PRO tiene "una identidad partidaria propia" no trajo calma a las aguas del partido fundado por Mauricio Macri, ya que los diputados que responden a Horacio Rodríguez Larreta están con bronca tanto con el macrismo puro como con Patricia Bullrich.
Los larretistas aseguran que "Cristian ya dijo que no va a ser presidente de un posible interbloque" y Diego Santilli, que fue mencionado para el Ejecutivo, les contó que "no recibió ningún llamado del Gobierno". Pero hay una docena de diputados alineados con Rodríguez Larreta que están molestos porque quieren sacar al ex jefe de Gobierno de la órbita partidaria y miran con lupa cómo se mueven las autoridades del bloque.
En la lista están Álvaro González, Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal, entre esos diputados que desde diciembre condicionaron la unidad del bloque a que no haya cogobierno. Este sector le achaca a Patricia Bullrich "mantener arriba la fe de los conversos", al tiempo que le reprochan apropiarse los votos del PRO. "Como ella y Luis Petri integran el gabinete, creen que el PRO tiene la obligación de estar en el Gobierno", completó.
Ritondo trató de poner paños fríos a la tensión interna, le bajó el tono a la discusión para garantizar la unidad de la bancada y advirtió que la conversación por un acuerdo con el oficialismo todavía no empezó, ya que primero se deberán definir las nuevas autoridades del partido y Macri quiere volver a presidirlo.
Lo que une hoy a los halcones y palomas es el malestar por lo ocurrido con la Ley Ómnibus, por el esfuerzo que le dedicaron a la batalla legislativa y porque el oficialismo decidió bajarla. Hay coincidencia en que fue un error dejar caer la ley, cuando estaba la opción de pasar a un cuarto intermedio en la sesión. Para colmo advierten que los libertarios no pueden ni conformar una comisión para revalidar el DNU.
Más allá de eso, una fuente del larretismo le señaló a este diario que "no hay voluntad de dividir el bloque". "Si las condiciones son gravosas de forma tal que dejen afuera a un sector del PRO, no rompemos, nos echan", puntualizó.
En La Libertad Avanza, las opiniones están divididas y un acuerdo con el PRO deja en una situación incómoda a más de un diputado que después de la ola libertaria que generó Milei ya trabaja para hacer pie en su territorio y darle mayor volumen político a una fuerza que está en proceso de formación.
Un sector de los libertarios quiere acordar con el PRO tras la experiencia de la Ley Ómnibus y desestiman la posibilidad de que alguno de los diputados se baje. "Nadie quiere quedarse afuera del oficialismo", reflexionó un diputado.
Carlos D'Alessandro, uno de los pocos que criticó algunas acciones de Milei, busca afianzar la relación con Ritondo, Santilli y los radicales. Esta semana estuvo reunido con Bullrich también para analizar la posibilidad de afianzar la alianza legislativa. Los libertarios más cercanos a Zago quieren articular con otros espacios para sumar fuerza a LLA. El objetivo central es tener más de 86 diputados.
Pero hay intereses electorales que se ponen en juego con un acuerdo con el PRO. En esta situación está Juliana Santillán, quien aspira a pelear la intendencia de Mar del Plata contra Guillermo Montenegro, del PRO. También está el caso de César Treffinger, quien compitió con Ignacio Torres por la gobernación de Chubut y es crítico del actual gobernador. Y el correntino Lisandro Almirón trabaja en su provincia para destronar al radical Gustavo Valdés.
El panorama no es sencillo para el oficialismo porque ya hay diputadas que analizan la posibilidad de un monobloque como Marcela Pagano, quien condicionó su continuidad en la bancada a un cambio en la conducción. La periodista está enfrentada con Zago, pero no es la única. Almirón también discutió con el jefe de bloque y hay varios anotados en la lista.
Otro de los que podría pensar en dejar el bloque es el diputado Pablo Ansaloni. El representante del gremio de los peones rurales fue uno de los que se plantó cuando Macri dio su apoyo a Milei en el balotaje. "Nos convocaron para combatir las mafias y no estoy de acuerdo con Macri, nuestro límite es Macri, se lo dije a Karina y a Javier", declaró el diputado, quien prefiere mantener un bajo perfil. ■
En el Congreso la fusión encuentra mucha resistencia.