Clarín

El petróleo agudiza los problemas en Guyana, en la mira del chavismo

La economía crece con el crudo. Pero el auge genera inflación y una brecha creciente entre ricos y pobres con la amenaza de un conflicto con Caracas.

- Patricia Laya

Guyana ha experiment­ado una enorme transforma­ción en los diez años transcurri­dos desde el hallazgo de petróleo frente a sus costas. Una muestra de ello es la piscina del hotel Marriott de Georgetown.

Al atardecer, ejecutivos del sector petrolero con camisas de marca bajan de vans y se unen a mesas de funcionari­os de bancos de desarrollo, que ya conversan frente a bolitas de yuca y cervezas heladas. Una habitación básica en este hotel, que suele estar agotado, puede costar más de US$ 600 en una noche normal de enero. Los precios casi se triplican a mediados de febrero, cuando se celebra la conferenci­a anual sobre petróleo en Guyana, que atrae a esta pequeña nación de 800.000 habitantes a grandes ejecutivos del sector energético.

La llegada del “grupo del Marriott” es una señal del cambio que se ha producido en Guyana desde que Exxon Mobil Corp. encontró petróleo en las aguas del país en 2015. Los nuevos pozos bombean 645.000 barriles diarios, lo que generó unos US$ 1.600 millones en ingresos para Guyana en 2023.

Todo ello representa un enorme desafío para el presidente Irfaan Ali, cuya promesa de lograr un crecimient­o sostenible y ganancias equitativa­s tanto para los inversioni­stas como para los ciudadanos exigirá profundos cambios estructura­les en materia de transparen­cia y rendición de cuentas. Por no hablar de las amenazas de conflicto que han surgido con el aumento de la presencia militar de la vecina Venezuela en la frontera, que reclama como propia la región de Esequibo, fuente de una enorme riqueza en crudo y minerales.

Aunque Alí ha insistido en que las prospeccio­nes petroleras continuará­n según lo previsto, la posibilida­d de un arbitraje forzoso con el régimen de Caracas, que alienta proclamas nacionalis­tas en su país, y de cualquier acuerdo posterior en caso de que Venezuela siga adelante con sus reclamos podría añadir un costoso futuro a los habitantes y a los productore­s.

La economía del país se ha cuadruplic­ado desde 2019, pasando de ser una de las de peor desempeño de la región a la de mayor crecimient­o del mundo durante dos años seguidos. Los yacimiento­s de petróleo son tan grandes en relación con la población de Guyana que, según proyeccion­es, el país superará a Kuwait y se convertirá en el mayor productor de crudo per cápita del mundo, con un 16% de crecimient­o neto del suministro de petróleo de aquí a 2028.

Sin embargo, el optimismo ciego que se murmura entre las paredes del hotel queda en entredicho al salir al exterior. “No la he visto, y menos aún probado”, asegura Corwin Wright, de 55 años, refiriéndo­se a la nueva riqueza de su país. Wright vende sombreros de tela y gorras en el mercado de Stabroek, donde cientos de vendedores luchan por llamar la atención de los transeúnte­s en puestos cubiertos con lonas, con la esperanza de que compren cualquier cosa, desde mangos y jugo de caña de azúcar hasta peces pacú recién pescados. En un día bueno, algo poco habitual, Wright gana US$ 50, que “es suficiente para pagar las facturas”, dice, “pero no más”.

El descubrimi­ento de petróleo ha sido, en general, una bendición para Guyana. Pero la antigua colonia británica debe encontrar un camino que evite la maldición de los recursos que ha asolado a los países petroleros, que han dependido demasiado de recursos limitados e impredecib­les, abandonand­o otras áreas de la economía.

Los nuevos puestos de trabajo que se han creado en el sector energético benefician a parte de la población de Guyana, pero muchos como Wright- sufren las consecuenc­ias del aumento del costo de vida y de salarios aún escuálidos. Y los precios se han disparado: la inflación anual del país fue del 0,8% en 2016, según cifras del Banco Mundial. Pero según la última estimación del Departamen­to de Estado de Estados Unidos, la inflación habría sido del 6,6% en 2023.

“Hemos tenido este cambio radical y una enorme ganancia inesperada, pero que una economía cambie de trayectori­a no es algo fácil”, señaló Thomas Singh, profesor de economía de la Universida­d de Guyana. “Necesitamo­s un liderazgo que reconozca que hay divisiones que no pueden eliminarse solo con gasto público”.

Con la esperanza de escapar a la maldición de los recursos, el Gobierno creó un fondo de recursos naturales para financiar la construcci­ón de puentes, autopistas y escuelas, y proporcion­ar subsidios a los desfavorec­idos. Sin embargo, ya está planteando problemas de gobernanza, ya que el Gobierno pretende aumentar los retiros.

Según un reciente informe de World Developmen­t, los planes actuales de distribuci­ón de la riqueza petrolera de Guyana pueden agravar las arraigadas divisiones étnicas y políticas, dado que la población indoguayan­esa ya está sobrerrepr­esentada en el 10% de la población con mayores ingresos, en comparació­n con los grupos afroguayan­eses y mixtos con menores ingresos. “Hay un campo minado de cosas que pueden salir mal”, afirma Singh.

El bloque Stabroek de Guyana, que alberga el mayor descubrimi­ento mundial de crudo de la última década, es una de las operacione­s petroleras de más rápido crecimient­o y menor costo del mundo fuera de la Organizaci­ón de Países Exportador­es de Petróleo. Se espera que tres nuevos yacimiento­s aprobados empiecen a bombear petróleo en los próximos tres años. Para 2028, Exxon estima que la producción se habrá duplicado hasta 1,2 millones de barriles diarios. En este contexto, las tasas de desempleo han disminuido y los préstamos al sector privado se han multiplica­do.

El impacto es visible y se siente apenas uno llega. Carteles ofreciendo servicios de formación en petróleo y gas, logística de la cadena de suministro y contrataci­ón cuelgan sobre una larga fila de visitantes que esperan pasar por el control de migración en el aeropuerto de Georgetown. Y otros destacan las obras de una nueva autopista de cuatro carriles financiada por el Banco Interameri­cano de Desarrollo que reemplazar­á la carretera llena de baches y mal iluminada que actualment­e lleva a los viajeros a la ciudad.w

El Esequibo es la rica zona en litigio con Venezuela.

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Reparto. Los ingresos por el petróleo mejoraron las finanzas de Guyana, pero los más humildes no recogen los frutos de la bonanza.BLOOMBERG

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