Volvió Manu Chao y llenó Obras con su fascinante mezcla de folk y punk
En una vuelta circular del destino, Manu Chao volvió a tocar en el estadio Obras, el mismo lugar donde debutó en 1992 con Mano Negra, en el marco de la visita de Cargo 92, un buque francés de vanguardia cultural. Desde entonces, llenó estadios como Atlanta y All Boys, recorrió el país y hasta tocó en radios como La Tribu y La Colifata. Aún hoy sigue fascinando, tal como acaba de demostrar con este regreso: agotó entradas el jueves y anoche.
El estilo de Manu Chao es tan sencillo como contundente, único e inimitable. En otra época se lo hubiera considerado un cantor de protesta, pero hoy es más preciso describirlo como un cantautor que logró resumir críticas sociales y reflexiones cotidianas con ritmos de rumba, reggae, cumbia o ska.
A solas, con banda o con un puñado de músicos invitados, maneja como pocos el clima de celebración a lo largo de más de dos horas:
Manu Chao. un continuum de canciones enganchadas con el rasgueo de su guitarra, algún grito altisonante o frases como “¡Pase lo que pase, próxima estación esperanza!”, o la más actual “¡Fuera motosierra!”. Más desapercibida pasó su polémica frase antibélica, donde equiparó “la guerra en Ucrania, la guerra en Siria y la masacre en Palestina”.
Con remera, gorrito y bermudas, siempre sonriente y derrochando carisma, instaló una sensación de estar en los bises cuando iba por los primeros temas. Y cuando parecía que estaba por terminar una canción, se despedía y al instante volvía a arremeter con el estribillo, levantando aún más el fervor.
Lo acompañaron el argentino Lucky Salvadori (guitarrita “bichito cordobés”) y el gallego Miguel Rumbao (bongos). Más adelante se sumaron un trombón y un violín, además de dos raperos: Rayo de Fiorito y Dillen de Monte Chingolo. Lograron la fuerza de un recital punk y hasta hubo pogo.
Desplegó hits:Todo llegará y un popurrí con Me llaman calle, La vida tómbola y Me quedo contigo. También, Huelga de amores (Divididos) y otro popurrí con Circo caliente, Libertad y El tren se fue. Hizo Malegría, Malavida, Yo no podría vivir sin ti y Mi vida. Con el violinista, La despedida y Mentira.
Aún faltaban Mr. Bobby, King of Bongo, Je ne t’aime plus y Clandestino, El viento, Bienvenido a Tijuana, Me gustas tú y Minha galera. Fue una noche de fiesta con apariencia folk y poderío punk.w