Juicio a Alperovich: testigos avalaron el relato de la víctima
Familiares y amigos describieron los trastornos que padeció la sobrina del ex senador y ex gobernador de Tucumán tras los supuestos ataques sexuales sufridos.
Abrupta pérdida de peso, problemas orgánicos, caída del pelo y las uñas y un estrés agobiante fueron algunos problemas de salud que, según los testigos que declararon ayer en el juicio, sufrió la denunciante de José Alperovich por abuso sexual. Fue en la tercera audiencia por el juicio contra el ex senador y ex gobernador de Tucumán, en el Tribunal Oral N° 29.
La mamá de la denunciante, dos amigas, un ex compañero de trabajo y un periodista testimoniaron con detalles sobre las características del periodo de tiempo, entre 2017 y 2018, en que la joven trabajó junto al ex mandatario provincial. “La mamá coincidió con el relato de la abuela: describieron sus preocupaciones y el deterioro que atravesó la joven”, confiaron a Clarín.
Además, una persona que había sufrido una situación personal confió en la joven. Eso generó un vínculo de estrecha confianza entre ellos y ella también le confesó lo que padecía desde que trabajaba con Alperovich. Los testigos avanzaron sobre cómo cambió su personalidad en esa etapa y la describieron como “saturada de trabajo, con mal aspecto físico y un notable deterioro en su salud”.
“Los relatos fueron en el mismo sentido que lo declarado por la víctima y el daño psicofísico provocado por los abusos. Los testigos son lineales en ese sentido”, dijeron. La próxima audiencia será el jueves 29 de febrero y no está claro si continuarán declarando testigos de la Fiscalía o si ya se escuchará a representantes de la defensa.
Para la parte acusadora será clave aportar testimonios que respalden los dichos de la víctima. La acusación de la denunciante es contundente y sostenida en relación a los hechos de abuso. Según consta en la denuncia ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y un edificio de Puerto Madero.
Los testigos confirman un deterioro físico, psicológico y en las relaciones familiares, que la joven había manifestado durante ese tiempo. Otros, sin saber qué pasaba, notaban su alejamiento y también el calvario que vivió, con estrategias que usaba para evadir los abusos.
Esos testimonios son fundamentales para mostrar al juez Juan María Ramos Padilla la consistencia del relato sin contradicciones de la víctima. La defensa de Alperovich intentó, desde el principio, desviar la acusación y referir a una “operación” para “sepultar” políticamente al ex caudillo tucumano, que nunca renunció a su banca de senador, aunque debió tomar licencia luego de que se conociera la denuncia.
Otro punto fundamental serán las pericias médicas en la siguiente etapa del juicio. Es que todas coinciden con el relato de la víctima y de los testigos. Además, para la parte acusadora es clave determinar el vínculo de familiaridad que había entre Alperovich y la denunciante, la amistad de las familias y el trato de tío-sobrina que tenían, para probar el aprovechamiento de ese contexto como herramienta de sometimiento.
El tercer punto clave serán los testigos del entorno laboral y del Senado, a ser citados para referir a hechos que coinciden con el relato de la víctima por fechas o eventos. Chats y mensajes de texto avalan la versión de la joven. La denuncia se realizó en 2019 y la víctima se expresó a través de cartas. Ahora está en la recta final de su embarazo y no está presente durante las audiencias. Tampoco está Alperovich, que se conecta por Zoom desde Tucumán. En la investigación intervinieron la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 10, a cargo de Santiago Vismara, y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres, que dirige Mariela Labozzetta.w