El Argentina Open trabaja para ser un ATP 500 con apoyo de los jugadores
“Si se convierte en un 500, no me extrañaría”, dijo Alcaraz. “Este torneo es genial”, elogió Norrie. “Nunca escuché una queja”, sostuvo Wawrinka.
Cuando a fines del año pasado la ATP anunció que las tres citas que ascenderán de ser 250 a la 500 en 2025 serán Munich, Doha y Dallas, le puso fin al sueño del Argentina Open, que se había ilusionado con el ascenso de categoría. La noticia le dolió al tenis nacional, pero los organizadores apostaron por seguir trabajando para mejorar las condiciones del evento y estar preparados si la oportunidad vuelve a presentarse. La edición 2024, que finalizó con la consagración de Facundo Díaz Acosta, se jugó en un Buenos Aires Lawn Tennis renovado, con un cuadro de grandes nombres -tres campeones de Grand Slam, seis top 30 y nueve de los mejores 50 del ranking- y el marco de gente que es una marca registrada en el país. Y en el club de Palermo el comentario general fue que el ATP porteño tiene todo lo necesario para subir de categoría.
“El año pasado no lo veía para un 500, pero este año sí”, afirmó Carlos Alcaraz, número dos del mundo y campeón en 2023. “Las instalaciones mejoraron muchísimo, las canchas están muy bien y la organización es muy buena. La gente está muy metida en el tenis y eso se siente. Si se convierte en un 500, no me extrañaría”, dijo.
La transformación que elogió el murciano y otros jugadores fue una obra en la que Tennium, la empresa dueña del torneo, que organiza los de Amberes, Hamburgo y Barcelona, invirtió un millón de dólares. La mayor parte fue destinada a tirar abajo los viejos vestuarios y volver a construirlos, dejando la estructura lista para una posible ampliación a futuro. La renovación fue exigida por la ATP, aunque no fue un requisito específico en el marco de la lucha por el ascenso.
“Coincido con Alcaraz: hubo un gran cambio respecto del año pasado -afirmó Cameron Norrie, 23° del mundo-. Estuve viendo el partido entre Jarry y Wawrinka y el público era increíble. Las canchas son muy buenas. El torneo es genial y la ciudad también. Definitivamente podría ser un ATP 500”.
Stan Wawrinka, ganador de tres Grand Slams, fue uno de los favoritos de la gente y recibió un apoyo enorme, incluso en su partido ante el cordobés Pedro Cachin. “Los fanáticos son de los mejores del mundo. La gente acá disfruta de una manera especial el deporte. Es un gran torneo. Nunca escuché a un jugador quejándose por algo. Nos sentimos bienvenidos. Es todo impecable”, dijo el suizo.
Y eso que Stan no llegó a jugar con el estadio lleno, porque en las primeras jornadas las tribunas estuvieron medio vacías. No sorprendió por los altos precios de las entradas, que generaron muchas críticas. Igual el jueves y el viernes quedaron pocas butacas vacías. Y las semis y la final se disputaron con el recinto colmado y 5.862 personas. En total, el BALTC recibió 58.898 espectadores.
En charla con Clarín, Martín Jaite, director del certamen, reconoció que hubo un aumento “realmente fuerte” y dijo entender el enojo de la gente. “Pero veníamos atrasados en precios y a nosotros también todos los costos nos subieron mucho”, aclaró.
Los tickets para la final costaron de 52 mil a 275 mil pesos (62 y 328 dólares). Demasiado para el bolsillo de los argentinos pero no excesivo para un evento internacional de este nivel. Para comparar, en el ATP500 de Río las entradas para la final parten de 135 y 151 dólares.
El éxito de esta edición renovó la ilusión de una recategorización.
Con el compromiso económico garantizado por Tennium, la organización apunta a seguir mejorando el predio para tener todo listo si se abre la posibilidad una vez más.
¿Qué exige la ATP para un 500 en cuanto a infraestructura? Tres canchas para partidos y cuatro para entrenamientos. Un estadio principal para 7 mil espectadores con la extensión de una tubular, en 2024 no llegó a 6 mil- y una cancha dos para mil, ambas con luz artificial. Con un contrato con el BALTC hasta 2033, es un desafío para el torneo cumplir con esos requisitos
La ATP abrió el proceso para el ascenso del año pasado con la idea de reducir la cantidad de torneos 250, liberar semanas y potenciar los 500 y los Masters 1000. Fomentó la idea de una “fusión” para que dos 250 se unieran en un 500. Tennium había comenzado conversaciones para asociarse con Newport y pelear así por el ascenso. Pero a último momento, Doha le presentó al torneo estadounidense una oferta que la empresa con base en España no pudo igualar.
“El dinero lo pudo todo. Hoy el mundo árabe tiene una billetera con la que no podés competir”,
aseguró Jaite consultado por Clarín sobre qué les había faltado para ser elegidos. Y agregó: “Nos bajoneamos, pero no dijimos ‘Uh, ya está’. Para nosotros el 500 no es una obsesión, sino un objetivo. Tenemos que seguir trabajando para mejorar el torneo que tenemos, así cuando llegue otra oportunidad, nos pueden elegir”.
Con el compromiso de la organización, el respaldo de los fanáticos y el apoyo de los jugadores, en el Argentina Open confían que el ascenso llegará. Ya lo dijo Horacio Zeballos: “No me voy a retirar hasta que éste sea un ATP 500, así que nos vemos el año que viene”.w