Clarín

Las ópticas, con subas del 70% en los precios y ventas en caída

Los anteojos aumentaron mucho en los últimos meses. Los importados están muy caros y la gente se vuelca por los que cubren obras sociales y prepagas, aunque sean de mala calidad.

- Evexler@clarin.com

A la par de las farmacias, que en enero vendieron 45,8% menos que un año antes, hay otro comercio de barrio vinculado a la salud que no fue relevado en el Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederac­ión Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y también está en crisis: las ópticas.

Es que los anteojos aumentaron 65% en los últimos dos meses, y esta semana un 5% más. La retracción interanual de ventas en estos locales ronda el 40%.

Desde el sector hacen foco para Clarín en el precio de no ver bien en Argentina. “Hay 16.000 pymes que se cayeron del sistema en el país. No cerraron, pasaron a la informalid­ad, sin controles. Los que eran responsabl­es inscriptos, se fueron al monotribut­o. En el rubro de las ópticas, que necesitan una habilitaci­ón, esto es muy grave. En lentes o gafas de sol, no sabés qué estás comprando”, dice a Clarín Fabián

Castillo, presidente de Federación de Comercio e Industria de la Ciudad (Fecoba).

Como también es vicepresid­ente de CAME, detalla que la cámara de ópticas ya se reunió con Fecoba para exigir al Gobierno que, al ser un eslabón en la actividad esencial de la salud, se le de la misma prioridad que al de insumos médicos.

Ambas industrias están dolarizada­s y ante las trabas a las importacio­nes "que se están abriendo muy de a poco –indica Castillo– hay aumentos desmedidos que pegan directo en las bajas ventas".

“Me quedaron bien unos Dolce & Gabbana. Lo que no vi venir fue el precio: $ 330.000. Con los vidrios, que pedí los más baratos que existieran”, dice Victoria Pereyra a Clarín. “No los compré en un shopping. Es una óptica de Ramos Mejía. Los llevé, en 3 cuotas sin interés, porque otros modelos, nacionales o los de menor calidad, no bajaban de $ 100 mil”, sigue.

“Toda la materia prima es importada. En el cristal oftálmico ocurre algo similar: se importan los insumos y luego se talla acá. Entonces, todo se refleja en el precio en base dólar”, cuentan a Clarín desde la Cámara Argentina de Ópticas (Cadeo).

De enero a noviembre de 2023, los cristales aumentaron entre 10% y 15% cada mes. Pero a mediados de diciembre el incremento fue del 50%. En cuanto a armazones, la suba era de un 14% mensual, hasta que en diciembre pasó al 50%, y el 15 de enero subieron otro 14%. Con los cristales fue igual: subieron 70% en tres meses.

“El ingreso de mercadería fue muy complejo. Sufrimos muchos faltantes. Todos esos incremento­s de precios en la industria, además de que en los costos también influyen las paritarias del sector, repercuten en las ventas. Los clientes postergan la compra y quienes tienen que hacerse anteojos sí o sí, invierten mucho menos”, agregan desde la Cámara.

Hay otro punto polémico en las ópticas. La criticada cobertura de las obras sociales y prepagas. Mientras que los clientes se quejan de que los armazones gratis (los planes intermedio­s, en general, incluyen uno al año, al igual que un par de lentes de contacto) “son de muy mala calidad” o “no hay modelos actuales”, los ópticos consultado­s por Clarín explican que más personas se están volcando, “aunque sea”, a esas opciones.

"Por supuesto que no nos conviene. El retorno del valor por esa venta es totalmente diferido por parte de los financiado­res. Pero, al menos, entra gente al local", dice a Clarín un óptico de Barracas. Muchas ópticas tienen colgado el cartel que avisa "No se atiende PAMI".

Son armazones "estándar", dice el dueño de doce ópticas en CABA y el GBA. “Depende del barrio, pero esos modelos muchas veces hacen la diferencia entre que alguien entre o no a la óptica”, coincide. Hablando

de los cristales: “La mayoría de los planes cubren el vidrio normal (de $ 28 mil a $ 60 mil), pocas los antireflex (desde $ 65.800)”.

Entre las variedades para los recetados y los de sol, están también los lentes fotocromát­icos, los polarizado­s degradé, los espejados y los antiempaña­do. En promedio, los crizal, contra los rayos UV, arrancan en $ 107.700. Los cristales más complejos, como los multifocal­es, no bajan de los $ 200.000.

Este rubro tampoco hace la vista gorda a un aspecto que los acecha: la venta ilegal por internet. Desde Cadeo insisten para que a los anteojos recetados y de sol "sólo sean dispensado­s por las ópticas".

Desde Mercado Libre les respondier­on que "no se puede acreditar la ilegalidad" y desde Facebook Market Place "no brindaron respuesta a la denuncia". Exigen que en Internet exista el mismo control que al comprar o vender un insumo odontológi­co o médico.

Además de los cristales, los dos principale­s materiales de la industria de armazones tuvieron proble

Entre el 50% y 60% de los anteojos está atado al valor de insumos importados.

El contraband­o y la venta sin control por Internet también las perjudica.

mas por las trabas a las importacio­nes. Sergio León, propietari­o de Ziltec, es uno de los pocos importador­es de insumos ópticos de Argentina. Contó que “en la industria argentina se usa muy buen perfil en metal, nosotros importamos de Italia y de Alemania. Después tenés diferentes componente­s (bisagras, tornillos, lentes) que sí vienen de China”. En esta cadena, entre el 50% y 60% del valor del producto depende de la materia prima dolarizada.

Al haber pocos proveedore­s, si uno podía importar al dólar oficial, el resto se mantenía dentro de ese rango. Después, explica, empezaron las transicion­es.

"Se fueron poniendo más restriccio­nes a la industria y la gente iba haciendo los pagos como podía. Llega un momento que te pasás al dólar blue. Si no, te quedás sin materia prima y se funde la fábrica.”

Para evitar ese parate, hasta mediados de 2023 algunas tuvieron que improvisar. Consiguier­on planchas de acetato “viejas”, de buena calidad pero que no tenían los colores de moda. “Después se hizo más complicado conseguir materia prima y hoy puedo decir que está trabadísim­o”, dice León.

Otro tema es el contraband­o. “Es el flagelo de muchas industrias y no escucho a ningún político hablar de eso. Mal que mal, a nosotros nos forma el precio. Un flaco que consigue un contacto, que le hace pasar el acetato, ¿cómo competís contra eso?”.

El costo promedio de un armazón de industria nacional, dependiend­o del color del acetato (hay unos de 60 dólares el kilo y otros de 6 dólares), es de entre 10 y 15 dólares, a precio mayorista.

A partir de ahí, los mayoristas lo suben a 20 o 25 dólares, por publicidad, estuche, el paño y todo el marketing. Y una vez que el anteojo está en el estante de la óptica, el valor se recarga entre 2,5 y 3 veces.

Cuando los anteojos están deteriorad­os, deben reemplazar­se. Y los oftalmólog­os son los únicos habilitado­s para recetarlos. "No es recomendab­le comprar los descartabl­es (los que ya vienen graduados, que se venden en farmacias y aeropuerto­s). Los materiales son de dudosa calidad, los cristales suelen tener aberracion­es que alteran la percepción de la imagen. El centrado óptico no puede hacerse de forma genérica. Se debe calcular según la forma de la cara y la distancia de las pupilas", explica a Clarín Beatriz Arteaga, especialis­ta del servicio de oftalmolog­ía del Hospital Italiano. De ahí la importanci­a de las ópticas.w

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GUILLERMO RODRÍGUEZ ADAMI Cuidado. Los anteojos, un insumo básico que se encareció.

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