Clarín

La billetera de Racing le dio armas poderosas a Costas

Gastó 10 millones de dólares en refuerzos y más allá de la última derrota, sumó 10 puntos de 18, tiene poder de fuego y le sobran variantes.

- Davellaned­a@clarin.com

Cuando volvió al club, después de casi dos décadas en el exterior, Gustavo Costas abrió los ojos con asombro y dibujó una sonrisa. “Es otro club”, cuenta que exclamó. Y es cierto. Aquel Racing que tenía que pedirle permiso al juez Enrique Gorostegui para poder jugar el campeonato o esa Academia gerenciada que buscaba sobrevivir bajo la administra­ción de Fernando De Tomaso, nada tiene que ver con esta actualidad celeste y blanca. Este ex zaguero central, mascota del equipo de José, campeón de la Supercopa 1988 y gran capitán, hoy puede disfrutar las mieles de una gestión en la que no le falta nada. Y en vísperas del clásico de la ciudad que lo vio nacer hace seis década, el técnico sabe que cuenta con cantidad y calidad. A fin de cuentas, en Mozart y Corbatta viven los millonario­s de Avellaneda.

Lejos de los tiempos turbulento­s de la quiebra, y a bordo de diez años en los que se ganaron cinco títulos, Racing tiene uno de los mejores planteles del fútbol argentino. Le pelea a River y a Boca. Y aunque Víctor Blanco siempre fue señalado como poco suelto a la hora de invertir en jugadores, nadie podrá decir que no rompió el chanchito. Gastó 10 millones de dólares en incorporac­iones y el propio Costas asegura “que no hay excusas” a la hora de la competenci­a.

En ese sentido, su equipo se mostró irregular en estas primeras seis fechas. Pasó de un decepciona­nte debut ante Unión en el Cilindro a una notable actuación con Tigre. Y de un flojo partido ante Estudiante­s se corporizó en una gran sensación con ocho goles en 72 horas y dos goleadas frente a San Lorenzo y

Newell’s, nada menos. Pero cayó ante Godoy Cruz en su propia cancha. Con 10 puntos sobre 18 disputados, la ganancia no habla tanto de esos claroscuro­s que generan algo de incertidum­bre.

No obstante, hubo un guiño del hincha. A pesar de la caída contra los mendocinos, la gente despidió a los jugadores con aliento. Tal vez, por la cercanía del derby de Avellaneda. Quizá, porque vio luz en los partidos que precediero­n a la derrota del sábado. Hay un rasgo distintivo en el Racing de Costas: la intensidad no se negocia. Tampoco, la voracidad ofensiva.

El estilo empieza a asomar en ese equipo que combina tenencia y transicion­es rápidas. Que puede acumular pases durante un lapso del partido, pero también ser vertical. La presión y la explosión de sus hombres de ataque es el máximo capital. Más allá de que Adrián Martínez no fluyó en el último partido, mostró sapiencia para definir con esos cinco goles en seis fechas.

Racing tiene poder de fuego en Maravilla, pero también cuenta con Maxi Salas, Johan Carbonero (se está recupera de un desgarro), Santiago Solari, Juan Fernando Quintero, Agustín Urzi y Baltasar Rodríguez. Después de River, que marcó 12 goles, es el equipo más contundent­e de la Copa de la Liga con 11 tantos. También después del gigante de banda roja, es el que más ocasiones generó (28 contra 18).

Los laterales juegan lanzados y con la línea de tres centrales encontró mayor solidez. También, un buen pase largo en García Basso. Racing es el equipo que más pelotazos completó por partido (28).

El déficit está en el retroceso porque en el medio creció Zuculini, pero cuando recibe el primer golpe, hasta ahora dejó claro que es difícil remontarlo. Las dos veces que recibió un gol de entrada (Unión y Godoy Cruz), no logró empatarlo.

Por supuesto, es muy poco tiempo para evaluar un proceso que tiene como objetivo cuatro torneos este año: la Copa de la Liga, la Sudamerica­na, la Copa Argentina y la Liga Profesiona­l.

En este contexto, Racing cree que el clásico será la plataforma de un definitivo despegue hacia esas metas que se planteó el cuerpo técnico. Hay una fe ciega para el sábado. Más allá de que es difícil que llegue Quintero (ver aparte), cuando el colombiano no jugó, el equipo igualmente voló (contra Newell’s).

Para Costas es muy especial. Porque no permite que sus jugadores usen el color rojo, porque es hincha de Racing y nacido del lado del Puente Pueyrredón donde la rivalidad es más pesada con Independie­nte. Porque como jugador, y en sus primeros momentos como técnico, el rival de toda la vida estaba mejor. Hoy, la Academia tiene un plus de jerarquía, más allá de que los adversario­s hayan ganado ante Instituto en Córdoba.

“Es un campeonato aparte”, dijo Costas. Puede ser trillada la frase, pero es una gran verdad. Y Racing dará todo en un terreno hostil.w

“El clásico es un campeonato aparte”, dijo Costas

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 ?? ?? Costas. Le dio su impronta a un Racing nuevo que invirtió 10 millones de dólares en refuerzos. Viene de una derrota pero la campaña es buena.
Costas. Le dio su impronta a un Racing nuevo que invirtió 10 millones de dólares en refuerzos. Viene de una derrota pero la campaña es buena.

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