Demichelis tiene otra chance de inclinar la balanza a favor
Le ganó dos veces a Boca en 2023 y logró la Liga, pero el DT es mirado de reojo tras la salida temprana de la Libertadores y la polémica con Enzo Pérez.
Los Superclásicos son partidos aparte, se dice. Quedarse con una victoria en un River-Boca suele ser tan potente como obtener un torneo local. Lo sabe a la perfección Martín Demichelis, que suele colgarse -con justicia- la medalla de los dos duelos ganados en 2023: 10 en el Monumental y 2-0 en la Bombonera. Pero Micho, pese a esas sonoras victorias y a los dos títulos que ganó la temporada pasada, es mirado de reojo por una gran parte de los hinchas. No logró meterse de lleno en el corazón de la gente el entrenador cordobés de 43 años que el domingo tendrá una nueva chance de acercarse un poquito más y empezar a inclinar la balanza a su favor.
Es difícil explicar por qué los hinchas de River no terminan de enamorarse de Demichelis. Es posible que algunas actitudes hayan influido, como por ejemplo distanciarse de Enzo Pérez, el último ídolo. También marcó a fuego la temprana eliminación en la Copa Libertadores. Pero lo que más pesa es la sombra de Marcelo Gallardo: la comparación no sólo es inevitable sino que resulta sencilla.
“Alguien tenía que asumir después de Marcelo. Y yo me sentía preparado. No tenía dudas de pararme delante del grupo, de qué decir, de cómo armar los entrenamientos porque la exigencia que viví durante cuatro años en el Bayern Munich fue de una gran capacitación”, le había explicado Demichelis a Clarín en julio.
Fue notable el primer semestre de Demichelis en River: el equipo ganó la Liga Profesional con 11 puntos de ventaja sobre Talleres. La noche de la consagración, en el triunfo por 3-1 ante Estudiantes en Nuñez, se escuchó una canción: “Que de la mano/de Demichelis/todos la vuelta vamos a dar”. Se emocionó hasta las lágrimas en aquella jornada de gloria. Pero luego vendría lo peor.
En el segundo semestre Demichelis le perdió el pulso al equipo. Cometió errores no forzados como filtrarle cuestiones internas a la prensa. Así se provocó un evidente distanciamiento entre el plantel y el cuerpo técnico. El conflicto más claro fue con Enzo Pérez, el futbolista más querido por los hinchas. A todo eso se le sumó que River bajó considerablemente su nivel. La eliminación en la Libertadores frente al Inter brasileño fue un golpe que tardó demasiado en cicatrizar.
Desde entonces cada acción de Demichelis fue y es mirada con lupa. Los hinchas no terminan de soltarle la mano o de arroparlo. Entonces, en ese contexto, los clásicos contra Boca asoman como oportunidades soñadas. Una nueva victoria lo colocaría en un lugar destacado de la historia: sólo tres técnicos lograron esa cantidad de triunfos de una manera consecutiva. ¿Quiénes lo consiguieron? José María Minella, con cuatro entre 1950 y 1951; Juan Urriolabeitia, con tres entre 1972 y 1973; y Héctor Rodolfo Veira, también con tres entre 1984 y 1986.
Demichelis tiene claro que ante Boca presentará un equipo ofensivo y ambicioso. Aún no definió el esquema y los intérpretes, pero la idea no cambiará. En los dos clásicos anteriores optó por un 4-2-3-1. Los que jugaron de titulares en esas oportunidades y podrían repetir son Franco Armani, Milton Casco, Leandro González Pirez, Ignacio Fernández y Esequiel Barco.
“Me imagino un River protagonista porque vamos a tener la satisfacción de jugar con nuestra gente y en un estadio colmado. Somos muy optimistas de cara al próximo partido en todos los sentidos. Tenemos que preparar la semana con mucha seriedad, mucho profesionalismo y con mucha diversión también”, avisó Demichelis luego del empate 1-1 contra Banfield.
De esa manera Boca se presenta como una chance más para que Demichelis se reencuentre con los hinchas. Y para terminar de enterrar algunos reproches.