Cumbre de la ultraderecha en apoyo a “los derechos divinos”
La mesa redonda empezó con una oración: “Dios, ayúdanos a unificar este increíble movimiento que se ha expandido por el mundo”. Esa fue la plegaria del presidente de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de EE.UU., Matt Schapp, mientras los asistentes agacharon sus cabezas en la primera sesión del cónclave.
“Vamos a proteger nuestros valores, nuestra libertad y nuestros derechos divinos”, apuntó Schapp, frente a una veintena de representantes de la ultraderecha de varios países del mundo, incluyendo Japón, Argentina, Reino Unido y Australia, que se reunirán con sus aliados locales en los próximos días a las afueras de Washington durante la convención anual de la CPAC.
A modo de un macrofestival político, en la CPAC, que se extiende por poco menos de una semana, convergen legisladores, analistas, blogueros, cabilderos, activistas y funcionarios de dentro y fuera de Estados Unidos.
La conferencia inaugural sirvió como una celebración de lo que los líderes llamaron la “diplomacia global” y la internacionalización de la ultraderecha, en un panel donde participaron figuras como el político británico Nigel Farage o el politólogo húngaro Miklos Szantho.
Los políticos hablaron duramente en contra de la migración e intercambiaron ideas para luchar contra el “Estado Profundo”, un concepto de tintes conspirativos popularizado por el republicano Donald Trump para señalar a una supuesta maquinaria que controla el Estado en las sombras.
Moderando la conversación junto a Schapp estuvo Steve Bannon, el principal ideólogo del movimiento que catapultó al expresidente Trump a la Casa Blanca y quien ha servido de asesor a figuras políticas de la extrema derecha en Europa y Asia.
Este encuentro, subrayó Bannon, de 70 años, sirve precisamente como un escenario para dar “muerte al globalismo” y para unir a movimientos “nacionalistas y populistas” en distintos países.
Los asistentes se levantaron a aplaudir animados por Mercedes Schapp, esposa del organizador y exdirectora de comunicación de la Casa Blanca bajo el gobierno republicano. “Tenemos que acabar con los comunistas, con la ONU, con la Organización Mundial de la Salud”, arengó Schapp. “Gracias por apoyar la verdad”. ■