Cayó un 16% en un año la venta de medicamentos recetados
La cifra surge de la comparación de unidades comercializadas entre enero de este año y el mismo mes de 2023. Los de venta libre bajaron un 24%.
El informe de venta de medicamentos que ayer difundió el Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar) habla de “tratamientos caídos” para referirse a lo que siempre se suele nombrar como “caída en las ventas”. A diferencia de otros relevamientos del sector, esa entidad no mide las compras que las farmacias hacen a las droguerías sino cuánto venden: cuánto les compra la gente. O cuánto la gente no pudo comprar.
Hace poco Clarín informaba las caídas en las ventas de medicamentos, producto del alza descomunal en los precios (muy por encima de la inflación). Varias consultoras y también el Observatorio de la Confederación Farmacéutica Argentina ratificaban un alza superior a la inflación, además de una caída notable en la dispensa de remedios. Desde la industria farmacéutica (puntualmente, Cilfa) negaban, sin embargo, haber inflado los precios por encima de la inflación a lo largo de 2023.
Los datos de Ceprofar ratifican lo informado por las consultoras un mes atrás. Según un informe que compartieron ayer, aunque entre noviembre de 2023 y enero de 2024, el alza del Indec varió casi 71%, los remedios subieron 110%. Tomando todo 2023, el 211,4% de alza del IPC parece chiquito frente al 319,1% de la industira farmacéutica.
Un punto clave es la diferencia de precios entre marcas y que muchos médicos insistan en sugerir aquellos que producen determinados laboratorios. Es un tema difícil y explica por qué en Argentina son tan caros los medicamentos.
Rubén Sajem, director de Ceprofar, dijo que las ventas de remedios de venta libre cayeron 24% entre enero de 2023 y enero de 2024. Un mes antes, el contraste interanual era del 21%. Significa que en la práctica, más personas que antes, por ejemplo aquellas que precisaron tomar analgésicos para sentirse mejor en un postoperatorio, tuvieron dificultades para adquirir sus remedios.
Si uno lo midiera en “cajitas” vendidas, en enero de este año se vendieron casi 4 millones menos que en enero del año pasado.
La parte bien difícil de digerir es la caída en los tratamientos, o sea, la baja en los remedios de venta bajo receta. Hablamos de personas con enfermedades crónicas, cuya salud depende de cierto remedio, o que tienen infecciones transitorias por las cuales recibieron la indicación de tomar un antibiótico, por ejemplo.
En todos los casos hicieron un esfuerzo hoy mayúsculo: acudir al sistema de salud. Esto es, esperar la atención de un profesional formado, obtener un diagnóstico, recibir la indicación de un tratamiento, ir hasta la farmacia con dinero en la mano, averiguar el costo del fármaco y desistir. No comprarlo.
En muchos casos, lo que se da es una discontinuidad igual de negativa: abandonar la empresa a mitad del río, lo que los médicos suelen llamar “falta de adherencia”. El abandono del tratamiento.
Los medicamentos de venta bajo receta (también llamados “éticos”)
cayeron entre enero de un año y otro 16%, un punto porcentual más que la variación interanual medida en diciembre. En “cajitas”, fueron 6,8 millones de unidades no comercializadas, informó Sajem.
Los remedios que más bajaron sus ventas son los que cubren afecciones del sistema respiratorio. Bajaron casi 15%, en comparación a 2022. Le siguen los llamados antiinfecciosos sistémicos, que bajaron casi el 13%. A estos remedios se los llama popularmente antimicrobianos, e incluyen tanto a los antibióticos como a los antimicóticos no tópicos (no dermatológicos). Las hormonas y los relacionados al sistema nervioso bajaron un 8,13%.w
El precio de los medicamentos subió un 319,1% en 2023.