¿Qué tiene que hacer Boca para ganarle a River?
Martínez piensa en el arco de enfrente y probó de todo. Será fundamental la actitud, porque hace rato que no le juega de igual a igual a su clásico rival.
No es un partido más para Boca. Ni siquiera es un Superclásico más.
El duelo ante River será fundamental para determinar el rumbo del equipo en 2024 y para evaluar -tras 7 fechas y unos amistosos- por primera vez el trabajo de Diego Martínez como entrenador. El desafío es mayúsculo, pero también un punto de inflexión para un equipo que necesita una alegría.
Se trata de un golpe de timón emocional para un plantel que no puede soportar otra decepción.
Boca llegará al Monumental con un registro de 7 triunfos en los últimos 30 partidos disputados. Parece mentira, pero es real. Apenas logró derrotar en los 90 minutos (pasar por penales es otra historia) a Platense, Central Córdoba de Santiago del Estero, Unión, Newell’s y Godoy Cruz -en el campeonato pasado-, y a Tigre y Central Córdoba en esta Copa de la Liga. Muy poco.
Con River viene de caer en los últimos dos enfrentamientos, los de 2023: 1-0 en el Monumental con el gol de Borja, de penal; y 2-0 en la Bombonera, con equipo alternativo, en la previa a la semifinal de la Libertadores. Pero más allá de los números y de la formación, lo fundamental será la actitud.
Hay un estigma que es difícil de reconocer para los hinchas de Boca: desde el cruce por Sudamericana en 2015, River fue un claro dominador de los Superclásicos. Pero no sólo por los resultados sino
Nicolás Figal
“Vamos a tratar de imponernos y hacer un buen partido para que el hincha se sienta representado”.
la manera de jugar. River juega mejor que Boca desde hace rato.
Sin embargo, todo tiene un final y sobre todo las rachas en el fútbol. Por eso para Boca un triunfo mañana significará un cambio de energía y una plataforma de lanzamiento para soñar con un año con títulos y festejos. Parece el momen
Defensor de Boca
to de dar el golpe, ya que tras la salida de Marcelo Gallardo esa curva de rendimiento en el Millonario parece haber empezado su irremediable descenso.
¿Qué tiene que hacer entonces Boca para celebrar en el Monumental? Ir a jugar de igual a igual, apostar a ganar y no especular con un empate que, a priori, parece un buen negocio. Y esto va más allá del resultado: con Sebastián Battaglia en el banco, en 2022, Boca se defendió y ganó 1-0 con gol de Villa; en 2023, con Jorge Almirón, hizo lo mismo, pero perdió 1-0 por el penal de Borja. Se sabe: ninguna táctica asegura un triunfo, pero será importante la imagen, la foto con la que se vaya el Xeneize de Núñez.
Para eso llegó Martínez a Boca, para cambiar la imagen. Un entrepor nador que pasó por todas las categorías del fútbol argentino. Que aún en las condiciones más difíciles (en Ituzaingó, Cañuelas o Midland) siempre intentó jugar bien a la pelota y tener un equipo equilibrado. Piensa en el arco de enfrente con jugadores de buen pie: Altamirano y Joao, en el Ascenso con Estudiantes, en 2019; Menossi, Zabala y Magnín en el título de la Primera Nacional con Tigre, en 2021. “La idea no se negocia”, es uno de los mantras del entrenador.
Boca debe apostar a ganador en Núñez. Tiene con qué ilusionarse. Conoce las debilidades de su rival (debe presionar la salida de González Pirez, como hizo el Banfield de Falcioni) y cuáles son sus principales argumentos para dar el golpe: la intensidad y el buen trato de pelota. Pequeño detalle: el DT aún debe definir el mediocampo.
En ataque estarán Miguel Merentiel y Edinson Cavani. Sergio Romero será el arquero. La defensa será la que no recibió goles ante Tigre, Defensa y Justicia y Central Córdoba: Luis Advíncula, Cristian Lema, Nicolás Figal y Lautaro Blanco. Y en el medio están las dudas: Kevin Zenón, por izquierda, es la única certeza; después, ¿Equi o Campuzano? ¿Medina o Bullaude? ¿Blondel o Saralegui? A esta altura parece que no se trata de nombres, sino de una cuestión de actitud.w