Voces, reclamos y esperas de jubilados
Pisando los 90, la sinceridad se desarropa de eufemismos, y uno puede llegar a plantearse esta dura pregunta: ¿estamos de más los jubilados? En las circunstancias actuales y en el particular momento del país, corresponde un “sí”. Pero a esa misma pregunta le corresponde una derivación que morigera el coscorrón en el alma de tantos descastados.
La longevidad, por la acción de los matasanos y de normas de higiene bien practicadas, es un hecho común. Por lo que el pasaje a la pasividad nos toma, digamos, en una época todavía vital. En mi caso que dejé ejercer la Medicina a los 84 años y sin cometer mayores tropelías que las que nuestra Ciencia nos permiten deslizar. Así creo que ocurre para tantos “congéneres en desgracia”, para quienes la tarea de migar para las palomas no deja de ser un poco desmerecedora. No se me escapa
que si hay trabas para lograr un trabajo para quienes están en la etapa más vital de la vida, menos merecemos ocupar puestos nosotros, los descartados. Una revisión profunda de parte del Estado podría ser provechosa para la comunidad, requiere un poco de conmiseración para con los vegetes.
Sería discurrir sobre un replanteo de la distribución de las fuerzas laborales, un esfuerzo en pensar en dónde pueden ser ubicados y sobre todo, inteligencia y sentido común, cualidades no muy restallantes en tantos de los que ocupan bancas. Si por esto pasamos a ser del grupo de los primeros “viejos y peludos”, creo que bien podríamos ser útil para un sistema que en la mecánica actual es absolutamente inviable. Héctor Cuadrado hectorcuadrado@yahoo.com
• El plan de ajuste irracional que el Presidente y su séquito han pergeñado y sometido al pueblo, no tiene perdón. Liberaron precios y tarifas por un DNU que viola la Constitución y entre otros el Pacto de San José de Costa Rica, norma Supranacional
Su caudal de votantes no responde a su carisma, es el voto castigo a la oposición. No interpretar esto es obra de un negado y soberbio. Mutiló al 80% de los ciudadanos con sus yerros. Ha presionado impunemente a algunos a desempolvar dólares y obligar a parte del pueblo a vender los mismos a valor vil en el mercado paralelo para subsistir, con un beneficio fiscal impune, una traición. No tienen piedad con pobres, jubilados, marginados e indigentes, y, carecen de todo valor humano.
Cambia divisas por subsistencia. Ello, caracteriza al Presidente y algunos de su séquito, colaboradores cuestionados, autores y promotores de un DNU inconstitucional más una Ley Ómnibus que abortó LLA por incapacidad política y mala praxis. Rodolfo C. Castello rccastello@hotmail.com
• Varios medios dieron cuenta que desde el 19 de febrero pasado los argentinos podrán elegir libremente obra social o prepaga.
Pero no todos los argentinos podrán gozar ese beneficio; los jubilados no pueden elegir entre una empresa de medicina prepaga o el PAMI. Urge remediar la discriminación. Hugo Perini hperini@consejo.org.ar
• Soy ingeniero, trabajé 46 años en relación de dependencia desde los 19 años hasta los 65 cuando me jubilé (marzo 2019).
Mis responsabilidades me posibilitaron hacer buenos aportes durante los 46 años, junto con los aportes de mis empleadores a las cajas de jubilaciones. La jubilación obtenida en 2019 era aceptable y durante ese año siguió bastante el ritmo de la inflación. Después asumió Alberto Fernández, cambió la fórmula de movilidad, que nos significó a los que ganamos más que la jubilación mínima, una pérdida del 45/50%, en los 4 años.
Sumemos a esta pérdida la existencia en el recibo de haberes jubilatorios de una ley nefasta (24.463 art.9), que establece un máximo posible de jubilación, y todo lo que exceda ese valor es descontado de la jubilación, todos los meses.
Señor Milei y ANSeS, sólo reclamo lo que es mío, y estoy seguro es el mismo de muchos jubilados que hemos aportado toda la vida laboral. Ahora que se está saneando el manejo del dinero que administra el Estado en diferentes frentes, por voluntad del Presidente, sería una buena oportunidad para que nos devuelvan lo robado. La Justicia va de la mano con la libertad. Gustavo Adolfo Klein kleingustavo50@hotmail.com
• Los jubilados que hemos aportado más de 30 años hemos sido la variable de ajuste de todos los gobiernos. El de Milei no es la excepción, a pesar de sus promesas de campaña. El mantenimiento de la fórmula K para los ajustes, con índices de inflación como los actuales, está provocando un brutal desequilibrio entre ingresos e ingresos que genera que muchos jubilados hayan tenido que dejar de comprar medicamentos para poder comprar comida.
Con razón, el Gobierno le echa la culpa al kirchnerismo pero no modifica la fórmula que, por otra parte, le está facilitando reducir el gasto público. Pero es un verdadero gerontocidio. Ricardo E. Frías ricardoefrias@gmail.com