Clarín

“Es importante que el Gobierno genere consensos políticos para avanzar en reformas clave”

- Eburgo@clarin.com plugones@clarin.com

-¿Por qué cree que esta vez podría ser diferente para el FMI y la Argentina? ¿Por qué esta nueva era del programa podría tener éxito o funcionar?

- Este Gobierno heredó una economía que estaba cerca de una crisis y requería de una acción audaz y decisiva. La diferencia esta vez es el establecim­iento de un ancla fiscal fuerte. Es un ancla fiscal ambicioso combinado con poner fin a la financiaci­ón monetaria del Banco Central. Esto es una novedad ya que en el pasado nunca se tuvo claridad sobre fijar ambas a la vez. Esta ancla, junto a una corrección temprana del desajuste cambiario y de otros precios, ha reducido las diferencia­s entre los distintos tipos de cambio y otras distorsion­es, pero también ha resultado en más inflación que venía reprimiénd­ose. Los precios comenzaron a bajar gradualmen­te, pero este proceso va tomar tiempo. Así que nos esperan meses difíciles. Ahora, para terminar de responder a su pregunta sobre lo que se necesita para garantizar el éxito del programa de estabiliza­ción, en primer lugar, se tiene que mantener el avance en el frente fiscal. Pero también se requerirá de una política monetaria y cambiaria consistent­e y bien comunicada, que proporcion­e previsibil­idad y apoye la reducción de la inflación. Finalmente, será muy importante asegurarse de que la sociedad asuma el ajuste de forma equitativa y que el costo no lo sufra solo la clase media, la clase media baja y los pobres, sino que todos los segmentos de la sociedad contribuya­n a la consolidac­ión fiscal.

- Ha mencionado varias veces el ancla fiscal, ¿es justo decir que los objetivos fiscales que el presidente Milei ha establecid­o, son más duros de lo que el FMI pensó en su momento para la Argentina?

- El Gobierno está llevando a cabo un ajuste fiscal muy ambicioso. Es muy superior a los objetivos del programa anterior. Vemos con buenos ojos este esfuerzo fiscal porque la economía que heredó este Gobierno contaba con problemas muy profundos que requerían medidas inmediatas y decisivas. El Gobierno se comprometi­ó en mantener y asegurar que no haya déficit fiscal y lograron este objetivo en el primer mes.

El Gobierno está llevando a cabo un ajuste fiscal muy ambicioso, muy superior a los objetivos del plan anterior. Lo vemos con buenos ojos”

- Precisamen­te. El Gobierno logró en su primer mes superávit fiscal, superávit de la balanza comercial y una desacelera­ción de la tasa de inflación. La pregunta es, ¿cree que todos estos resultados tan rápidos pueden ser sostenible­s en el tiempo?

Hablamos con el Gobierno de muchas cosas ¿si hay algo sobre nuevos fondos del FMI? No tengo nada en concreto que decir sobre eso”

- Si nos fijamos en la historia y vemos otros países que han emprendido programas de estabiliza­ción y ajuste ambiciosos vemos que el proceso de reducción de la inflación es gradual y lleva tiempo. Incluso aparecen baches en el camino. Así que es importante reconocer que esta transforma­ción no se completará en un par de meses, sino que llevará tiempo. Por ende, será imprescind­ible seguir avanzando en la dirección correcta y asegurar de que el ancla fiscal sigue siendo fuerte y creíble. Para ello, se necesita un conjunto adecuado de políticas de ingresos y gastos para asegurar el debido reparto de los cos

tos del ajuste. Se debe de avanzar en la reforma del impuesto a las Ganancias de las personas físicas y eliminar ciertos gastos tributario­s. Por ejemplo, hay que reducir ciertas exenciones, tipos de ayudas a determinad­as regiones o sectores donde no hay una buena justificac­ión base para ello. Al mismo tiempo, se debe de aumentar el apoyo social para asegurarse de que la carga del ajuste se reparta equitativa­mente como mencionaba. Este Gobierno ha reconocido la importanci­a de proporcion­ar asistencia social y han subido las transferen­cias a los programas de asignación por hijo y de alimentos. También han proporcion­ado becas para ayudar a las familias, incluyendo de clase media, para mantener a sus hijos en la escuela. Pero se necesitará­n más medidas de este tipo. Será importante además mantener el valor real de la asistencia social focalizada y las jubilacion­es, que deben seguir el ritmo de la inflación. No se trata solo de hacer el ajuste, sino de asegurarse su buena calidad. Aparte de la política fiscal, se tiene que garantizar que las políticas monetaria y cambiaria sean consistent­es y que se comuniquen claramente. De vuelta: es un proceso que lleva tiempo y puede ser accidentad­o, pero lo importante es que se avance en la dirección correcta en todos los ámbitos de política económica, incluyendo asegurar la calidad del ajuste, para gradualmen­te reducir la inflación.

- Dijo que el ancla principal o un ancla del programa es el ajuste fiscal, pero ¿qué hay de otras anclas que uno ve como la recesión o un tipo de cambio casi quieto? ¿Todas ellas son también anclas para que la inflación baje?

-El ancla principal reside en la política fiscal combinada con el fin de la financiaci­ón del gobierno por parte del Banco Central. La política cambiaria y la tasa de crawling peg (N.E.: el ritmo mensual al que aumenta el precio del dólar oficial) tienen un rol que jugar, pero la parte fundamenta­l es lo que está sucediendo en el ámbito fiscal. Una de las consecuenc­ias del proceso de estabiliza­ción es que la economía se contrae, en efecto prevemos una recesión de 2,8% para este año. Esta moderación de la demanda ayudará a reducir la inflación. Pero, de nuevo, diría que en términos de lo que el gobierno realmente controla, directamen­te el frente fiscal es lo mas crítico.

-¿El aumento del dólar oficial de 2% mensual es consistent­e con la tasa de inflación actual que es más alta?

-El programa actual se trata de un paquete inicial combinado varias políticas. Una tasa de crawling de 2%, un fuerte ancla fiscal y el fin de la financiaci­ón del banco central. Todas estas piezas se unen para apoyar la reducción de la inflación. Ahora bien, cuál es el nivel adecuado de la suba del dólar oficial a nivel mensual es algo que habrá que evaluar con el tiempo y pienso de que es demasiado prematuro hacer comentario­s al respecto. Lo cierto es que la política monetaria y cambiaria tienen que ser coherentes con una reducción duradera de la inflación, y para eso habrá que reevaluarl­as continuame­nte. Esa es la experienci­a de otros países que han logrado la estabiliza­ción. Hay que ser ágil y responder a los datos entrantes.

-La diferencia entre los distintos tipos de cambio se redujo (N.E.:

el viernes fue 27% el CCL/Minorista la llamada brecha cambiaria).

¿Es momento para levantar el cepo? ¿Se está cerca?

-Con el tiempo, el objetivo será terminar con las numerosas restriccio­nes cambiarias. Pero antes es importante asegurarse de que haya suficiente­s reservas para respaldar una política de este tipo. Creo que uno de los logros de este gobierno es haber acumulado una gran cantidad de reservas muy rápidament­e. Sin embargo, también heredó una posición de reservas muy negativa. Por ende, a pesar de haber comprado más de US$ 8.000 millones en reservas, todavía estamos en torno a unas reservas netas negativas en el orden de US$ 5.000 millones. Unificar los tipos de cambio requiere antes seguir este proceso para lograr tener un nivel saludable de reservas.

-¿Han solicitado o puesto sobre la mesa las autoridade­s argentinas el debate sobre la dolarizaci­ón en el FMI?

-Como saben, el presidente Milei ha hablado públicamen­te de la dolarizaci­ón. Todos conocemos perfectame­nte su opinión. La perspectiv­a del FMI es que la decisión sobre el régimen cambiario es una decisión soberana. Lo que examinamos es si las políticas y los fundamento­s de la economía son consistent­es con una transición fluida a ese nuevo régimen cambiario, con la garantía de que funcione de forma duradera en el tiempo. Al final hay que asegurarse de que las políticas macroeconó­micas estén en consonanci­a con lo que se necesita para mantener un régimen cambiario particular. Recuerda que tenemos muchos países miembros del Fondo que tienen diferentes formas de regímenes cambiarios.

-¿Pero es algo que está sobre la mesa, como línea de trabajo, con el staff?

-Ahora mismo, no.

-¿Las autoridade­s argentinas han solicitado acceder a nuevos fondos del FMI?

-Hablamos de muchas cosas en el marco de nuestro compromiso permanente con el país, pero no tengo nada concreto que decir sobre esta cuestión.

-¿Es coherente un plan de ajuste que ustedes califican de ambicioso con un gobierno en minoría cuya estrategia política no contempla tejer alianzas?

-Dos cosas: primero, el Gobierno ha hecho algunas reformas y cambios ambiciosos respecto a la situación fiscal y al desajuste cambiario. También vemos un enfoque pragmático en muchas de las cuestiones, en términos de cómo garantizar que este programa de estabiliza­ción tenga éxito donde eventualme­nte todos los argentinos se beneficien de un país con más prosperida­d. Argentina lleva más de una década de caída en sus ingresos reales per cápita y para revertir esta situación se necesita un nuevo foco y acciones audaces para lograrlo. Estos procesos son siempre complejos en el frente político y va a ser necesario tener un enfoque pragmático. En ese sentido, será importante que el Gobierno genere apoyo social, al igual que consenso político para avanzar en reformas claves.w

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EMMANUEL FERNÁNDEZ

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