La pizzería favorita de las hinchadas de Boca y de Racing, de festejo
Los Campeones, en Barracas, cumple 70. La abrieron amigos y cambió de manos, pero mantiene las recetas.
Cada barrio porteño tiene una pizzería que lo representa. Pero en determinados casos, algunas trascienden esa valiosa fama y se transforman en referentes de la Ciudad a fuerza de buen producto y tradición: este es el caso de Los Campeones, de Barracas, que cumple 70 años.
Fundada en 1954 por 4 amigos, tuvo épocas de oro y otras en las que su brillo se apagó. Pero fue rescatada por una familia con experiencia en gastronomía que mantuvo la receta para lograr esa textura crujiente y ese sabor único.
Además, se preocupó por mejorar los ingredientes que, junto con el horno de piedra, contribuyen a la creación de la mejor pizza a la piedra de Barracas, según los vecinos.
Su ubicación, cerca de los estadios de Boca y Racing , favorece al público futbolero.
Todo empezó cuando los 4 amigos amantes de la pizza y del fútbol decidieron montar su negocio y abrieron la pizzería sobre avenida Montes de Oca al 800.
Comenzaron en el local que hoy ocupa una sedería y luego se mudaron al espacio de al lado, más grande.
Lo que se sabe es que la época dorada transcurrió cuando Barracas era una zona fabril. “Había mesas grandes, despedidas de soltero, regente uniones de obreros. Siempre, gente conocida. Al mediodía venían más trabajadores y a la noche, las familias”, cuenta un ex empleado de décadas, el mozo Iñigo, en el libro Barracas, Raíces del Sur.
Cuando la fábrica textil Alpargatas bajó la persiana, se percibió un cambio en todo.
Si bien la afluencia de visitantes disminuyó en Los Campeones, los vecinos mantuvieron su fanatismo.
Ya a fines del 2000, en plena crisis, Sebastián Conde y su familia tomaron el timón del negocio que estaba muy caído: “Estaba para cerrar”, explica. Ellos contaban con experiencia: “Mi papá es el típico español que se dedicó a la gastronomía”, cuenta.
Mantuvieron a la mayoría del personal y se concentraron en perfeccionar el servicio: “Nuestra intención era esmerarnos en la atención y mejoramos la calidad de la pizza”. La gente reconoció el cambio aunque también valora que la receta siga siendo la misma.
El servicio es como los de antes, con mozos que se acuerdan de memoria el pedido, que atienden de manera amable pero expeditiva y que conocen las mañas de los clientes. “Hoy es muy difícil encontrar lugares con personal de trayectoria. Acá hay gente que trabaja hace 30 años”.
La pizzería queda a 8 cuadras de la Bombonera. Por lo que el ambiente, los días de partido es super futbolero pero a la vez familiar: “La viene antes y después de los partidos. Nos sumamos a la mística de la salida a la cancha. Como las pizzerías de la avenida Corrientes que reciben gente que va a los teatros, nosotros recibimos a los que van a la cancha”.
“Acá venía la familia de Palermo en la época que él era una mega estrella”, agrega.
Los que sí van hoy en día son glorias de Boca, como Navarro Montoya o Chicho Serna.
El local se distingue. Letras doradas anuncian que ahí está Los Campeones. Una puerta vaivén oficia de anfitriona. Y hay una barra con las pizzas que se venden por porciones y un imponente el horno que se abastece de leña y gas, y que tiene la tarea de cocinar 500 pizzas a diario.
En las paredes hay fotos de glorias, como Maradona, Messi, Palermo o Redondo.
Todas las pizzas se ofrecen en dos versiones: la gigante de 10 porciones y la regular de 8. La carta solo ofrece sabores clásicos donde los que más salen son de mozzarella y la de provolone.
También hay empanadas al horno. De carne cortada a cuchillo , pollo, humita, verdura, jamón y queso, queso y cebolla.
La pizza es finita y sabrosa, de masa crocante, con mozarella en su justa medida y una salsa que acompaña a la perfección. Las aceitunas, con carozo, carnosas. Y la fainá es gordita, con bordes crocantes.w