Los segundos contagios, lo más preocupante del brote de dengue
El hecho de que en 2023 haya habido un récord de casos de dengue, y que durante todo el invierno los contagios en el país no se hayan detenido, ha sido el punto de partida negativo para la temporada.
La base de argentinos infectados se multiplicó el último año (los registros son una mínima parte de la cantidad de verdaderos contagiados, muchos asintomáticos) y eso ha devenido en que más gente sea susceptible de contraer la enfermedad por segunda vez, lo que la vuelve más peligrosa.
La proporción de personas que padece dengue grave es relativamente baja: 0,20% (sería menor aún si se tomara en cuenta a los asintomáticos y no diagnosticados por el sistema de salud). El problema es que entre los que sufren esos cuadros graves, la letalidad es muy alta.
Según datos del Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) publicado este sábado, en lo que va de esta temporada 118 personas requirieron internación (sobre 57.210 casos registrados), de las cuales 38 murieron: el 32%. En la temporada anterior hubo 65 decesos.
Los caso graves suelen ocurrir cuando una persona ya tuvo uno de los cuatro serotipos de dengue que existen y se contagia por segunda vez con otro.
Es por eso que a quienes ya saben que tuvieron dengue se les recomienda aplicarse la vacuna ahora disponible, que reduce la posibilidad de enfermedad grave un 80%. El problema es que mucha gente que tuvo dengue lo ignora.
Este año están circulando los serotipos DEN-1 y DEN-2, con predominio del segundo (similar al año pasado), y una participación minoritaria (pero creciente) del DEN-3.
En 20 de los 38 fallecidos se pudo determinar el serotipo involucrado: 12 corresponden al DEN-2 y 8, al DEN-1. Las provincias con más muertes son Chaco (12) y Misiones (12), en correspondencia también con una mayor cantidad de casos.
La mayor cantidad de muertes (20 del total) se dio en el grupo poblacional de 20 a 49 años. Sólo en 11 casos mortales se registraron comorbilidades: enfermedad cardíaca, diabetes, hipertensión arterial e insuficiencia renal fueron las más frecuentes.
Marcelo Abril, director ejecutivo de la Fundación Mundo Sano, pidió especial cuidado con los casos de dengue grave, en los que “el paciente debe estar muy atento”.
Explicó que el cuadro “suele aparecer cuando la fiebre ya bajó luego de una primera etapa, pero entonces puede aparecer la segunda fase con otros síntomas, como dolor abdominal intenso, vómitos, sangrado de encías y nariz, sensación intensa de cansancio y somnolencia o confusión”.
Es en ese momento que la consulta médica no debe esperar, para tener el mayor margen posible para estabilizar al paciente.
“La vacuna lo que logra con mayor eficacia, según comprobó el ensayo clínico en ocho de cada diez casos, es precisamente evitar que el infectado llegue a ese estado que requiere internación. Mientras que el dengue leve también lo contrarresta, pero en un 60%”, agregó Abril.