Tigre se acordó de hacer goles y castigó a un tibio Vélez
El local ganaba 2 a 0 en el primer tiempo, pero en el complemento el equipo de Gorosito anotó en cuatro minutos sus dos primeros tantos en el torneo.
La gente se levanta de sus butacas, pero no se va. Sabe que Vélez se transformó en un Caballero de la Angustia, que sufre pero termina ganando en el final. De esa manera se impuso en los últimos cuatro partidos. Sin embargo, Tigre vive su renacer. Había sido un inofensivo gatito en el primer tiempo, pero mostró las garras en el complemento. Lo empató en cuatro minutos con sus primeros dos goles en el torneo y con ferocidad casi le da de beber de su propia medicina al dueño de casa. Lo salvó un offside.
Si hay algo difícil de conseguir en el fútbol es precisión en velocidad. Y Vélez lo logró en el primer gol, una jugada que arrancó y terminó en los pies de Pizzini. Ordoñez aguantó contra la raya, jugó atrás para Agustín Bouzat, que profundizó para Piñeiro, y el uruguayo dejó a Pizzini de frente a Tagliamonte, que definió con categoría.
Y de un pelotazo llegó el segundo. Falló Adorno, Ordoñez asistió a Romero y el goleador resolvió ante una floja respuesta de Tagliamonte. Y si esos cuarenta y cinco minutos no terminaron en goleada se debió a una notable tapada del arquero visitante, que voló para manotear un cabezazo de Romero.
Entonces, Quinteros hizo un cambio y desarmó el mediocampo. Ingresó Garayalde, salió Piñeiro, Bouzat dejó el “doble cinco” y Aquino se movió a la izquierda. Todos esos movimientos desconcertantes le permitieron crecer a Tigre.
Y Martín Ortega hizo un golazo, proyectándose por la derecha, enganchando hacia adentro y definiendo con un zurdazo que se clavó lejos del alcance de Marchiori. Y Forclaz aprovechó un pase de Garay tras un error de Garayalde.
Quinteros volvió a meter mano en el banco. Entraron Thiago Fernández y Lobato, quien reventó el travesaño. Pipo hizo retoques. Entró el paraguayo Walter Rodríguez y Cardozo se metió en la zaga central. Y fue más explosivo, sobre todo por la izquierda, donde Medina complicó a Jara.
Tuvo dos chances el Matador. Primero tapó Marchiori ante Medina; después Londoño ensayó una tijera que pasó muy cerca. Se animó el equipo de Victoria y casi lo gana, pero Galván estaba adelantado por muy poquito y le anularon el 3-2. Los hinchas de Vélez entraron en un ataque de nervios y se fueron entre silbidos. Tigre encontró los goles, reaccionó y quizá sea el punto de partida para Pipo.