En la región apoyan la idea de Murray de un Masters 1000 en Sudamérica
Tenistas de Argentina, Brasil y Bolivia avalaron la propuesta del escocés de que la ATP elija a estas tierras como sede de un torneo de mayor jerarquía.
Andy Murray lanzó en Twitter una idea especial: que la gira sudamericana de polvo de ladrillo, que se celebra cada febrero, tenga su propio Masters 1000. Y su propuesta, lejos de perderse en el inmenso mundo de las redes sociales, generó una gran movida en el ámbito del tenis. Es que las palabras del escocés fueron respaldadas por muchos argentinos y sudamericanos, pero también por un par de pesos pesado de la raqueta.
“Opinión impopular: Sudamérica debería tener su gira con su propio Masters 1000. La forma en la que los aficionados apoyan allí los torneos es increíble. Ambientes increíbles y el tenis es claramente parte de su cultura. ¡Vamos ATP!”, escribió en Twitter el ex número 1 y ganador de tres Grand Slams.
“¿¡Por qué impopular!? Tenés toda la razón, Andy”, respondió convencido el alemán Boris Becker “El tenis debería ir a países/continentes donde esté en auge…”, completó quien también supo ocupar el primer escalón del ranking y conquistó seis Majors.
El estadounidense John Isner, quien experimentó hace unos años en primera persona el calor de los hinchas sudamericanos, también se alineó detrás de la propuesta del británico (ver foto epígrafe).
Desde Javier Frana, pasando por Diego Schwartzman, Federico Coria y Federico Delbonis, hasta el brasileño Fernando Meligeni y el boliviano Hugo Dellien aplaudieron también la propuesta del británico.
“¡Que la ATP sepa esto, Andy! Cada año nos dan menos apoyo. No sólo por cómo los aficionados apoyan los torneos, también cuántos jugadores tenemos y los que teníamos en la cima. Merecemos más
que esto de la ATP. ¡Gracias por tus palabras!”, afirmó el Peque.
El mayor obstáculo para hacer realidad esa idea sería la superficie. Un Masters 1000 de polvo en febrero obligaría a los jugadores a cambiar del cemento de la gira australiana a las canchas lentas de Sudamérica, para volver luego a las duras para Indian Wells y Miami.
Una solución, popular en las redes, sería adelantar los Masters estadounidenses a febrero y mudar las citas de polvo a marzo, como antesala a las que se juegan desde abril en tierra antes de Roland Garros. Aunque eso implicaría un cambio histórico en el calendario que hoy, más allá de las ganas de Murray, parece poco probable.
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