El chocolate es un lujo en Europa: la crisis climática lleva el precio a las nubes
La tonelada de cacao pasó de 2.000 a más de 6.000 dólares. Se debe a la caída de la producción en África.
El chocolate costará más caro que nunca por culpa de la crisis climática. Los episodios meteorológicos extremos en la región tropical africana que produce casi dos tercios del cacao mundial llevaron el precio del insumo alimentario a niveles récords tras alcanzar en los principales mercados mundiales valores inéditos. La tonelada pasó en año y medio de 2.000 a más de 6.000 dólares.
Costa de Marfil y Ghana, vecinas en el occidente africano, producen entre las dos el 60% del cacao del planeta. El año pasado sufrieron lluvias torrenciales inusuales que provocaron el desarrollo de enfermedades en los árboles del cacao y poco después una persistente sequía con fuertes vientos. La consecuencia es que, según las estimaciones, la cosecha de esta temporada, que empezó en octubre y debe alargarse hasta fin de marzo, será entre un 15% y un 25% menor a los últimos años.
Costa de Marfil, el primer productor mundial, pasará de 2,3 millones de toneladas a 1,8 millones. El otro indicador que miran los mercados, el de las toneladas cargadas en los buques exportadores, también es menor a otros años. De casi 1,7 millones de toneladas de la cosecha anterior a menos de 1,2 millones de ésta.
Esa escasez, que afectará al cacao que debe llegar a los mercados en estos meses, hace que la tonelada cueste por primera vez en la historia más de 6.000 dólares. Otro golpe a la economía de Europa, gran comprador del cacao africano, y que todavía sufre la inflación.
Los mercados, escrutados día a día desde Bélgica, uno de los países que exporta más chocolate de calidad a altos precios, temen que el problema vaya más allá de un mal año y que la reducción sea estructural, haciendo que el cacao se encarezca porque la oferta será repetitivamente menor que la demanda, tirando de los precios de sus derivados y productos finales hacia arriba.
Hay elementos, citados por los medios belgas, que hacen temer una reducción estructural de la producción de cacao. El gobierno de Costa de Marfil prohíbe nuevas plantaciones desde 2018 porque generaban una deforestación que estaba acabando con los bosques tropicales del país, que ya cubren apenas un 9% del territorio nacional cuando deberían ser mayoritarios.
Esa limitación de nuevas plantaciones se hizo también para sostener los precios porque los productores se estarían pasando a la plantación de árboles de caucho o palmeras para producir aceite de palma. Con los dos ganan más que con el cacao, que es todavía el 40% de todo lo que exporta Costa de Marfil.
Ese principio de abandono en plantaciones de Ghana y Costa de Marfil no es posible suplirlo de una cosecha a otra porque los árboles de cacao tardan años en ser productivos. Si en África se reduce la producción no hay forma de suplirla en otros mercados y habrá menos cacao en oferta en el mundo. De ahí que se disparen los precios.
Ecuador y Brasil en América Latina, Indonesia en Asia y Nigeria en África son los otros productores con una cuota de mercado importante, pero ninguno por sí solo llega al 10% mundial.
Los mercados fijan los precios de toda la cadena y a los productores africanos les llegan, según el diario económico belga L’Echo, poco más de 1,50 dólares por kilo de los más de 6 dólares por kilo a los que se cotiza ya el cacao. Es un alza de poco más del 10% con respecto a 2023 cuando la subida de fungicidas para contener las enfermedades de los árboles es mayor. Con los precios triplicados en año y medio ellos ganan menos.
En los supermercados de Bruselas (el belga es el mayor consumidor europeo de chocolate) se empieza a notar una subida de precios, pero lejos de haberse duplicado. Si el precio del grano sube, para que el chocolate no lo haga aún más podrían empezar a comer chocolate amargo, porque el otro insumo clave, el azúcar, también lleva casi un año subiendo de precio por problemas en la producción en países clave, como Brasil y Ucrania.w