Clarín

Qué leen los mercados sobre las peleas de Milei, el futuro del dólar y la inflación

- Daniel Fernández Canedo dfcanedo@clarin.com

Cuando Javier Milei le corta partidas a Chubut o transferen­cias a Buenos Aires la lectura de los mercados es que el Presidente se compromete más con el ajuste de las cuentas públicas y la idea de que no hay plata. La tensión con los gremios va en ascenso y las protestas y el temor por mantener el empleo, también.

Según el IARAF las jubilacion­es mínimas tuvieron una pérdida de poder adquisitiv­o de 17% en enero mientras que el gasto público nacional en salarios tuvo una baja real de 27%. Menos posibilida­des de consumo por donde se lo mire.

En medio de una pronunciad­a caída de la actividad económica, el ministro Luis Caputo sigue con un ojo en equilibrar la caja del Tesoro, el otro en el dólar y la mirada en lograr una baja efectiva de la inflación en abril.

El gigante financiero estadounid­ense JP Morgan pronosticó esta semana que en abril la inflación en Argentina será de 9% y que bajará otro punto para mayo.

El pronóstico se inscribe dentro del marco optimista que economista­s locales le asignan a que, sobre el fin del primer cuatrimest­re, el aumento del costo de vida que en enero fue de 20,6% pueda bajar a un dígito.

Como Caputo, esos consultore­s apuestan todo a que ni en marzo ni en abril habrá otra devaluació­n, a pesar de la baja del precio internacio­nal de la soja ronda US$ 435 la tonelada, un 9,7% menos que en diciembre.

El precio de la soja cayó US$ 100 en un año y el Departamen­to de Agricultur­a de Estados Unidos pronostica un aumento de la producción mundial de 6,6% (Argentina, EE.UU., Rusia y Ucrania; Brasil cae) y China demandará menos por la menor actividad y un cambio en la alimentaci­ón de sus animales.

Pero, después de recuperars­e de la sequía del año pasado, las exportacio­nes agrícolas sumarían US$ 9.400 millones extra este año, según las estimacion­es de la Fundación Capital.

La devaluació­n y la liquidació­n de exportacio­nes posibilita­ron que el Banco Central aumentara las reservas en US$ 6.268 millones desde diciembre que, junto con el superávit fiscal de enero, fueron los pilares de la estabilida­d cambiaria de las últimas semanas.

A la tranquilid­ad del dólar blue y del contado con liquidació­n le asignan varias causas, pero hay dos que se destacan.

Sobre la mayor oferta y tranquilid­ad en el blue ($ 1075,bajando 15% desde el pico de enero) hay coincidenc­ia en que el "desahorro" de las familias para llegar a fin de mes es determinan­te.

Ante el salto de la inflación y la baja del blue desarmar el "canuto" de dólares está siendo una fuente esencial para financiar el consumo de estos meses.

La calma del contado con liquidació­n fue impulsada por Caputo con el dólar "blend" para las exportacio­nes compuesto por 80% del oficial y 20% del CCL.

Ese blend permitió aumentar la oferta de dólares en el CCL, pero le restó oferta al dólar oficial y por eso está ahora en la mira del mercado, que espera un cambio antes de abril.

La conjunción de dólar blend, que implica un tipo de cambio más alto para las exportacio­nes, y la restricció­n del pago de importacio­nes explican en gran medida la importante compra de divisas por parte del Banco Central desde diciembre. Pero, como ocurre con la fuerte licuación de jubilacion­es y el superávit fiscal, las dudas giran en torno a la sostenibil­idad.

Volviendo a la Fundación Capital dice: "Eliminar el dólar blend implica una baja del tipo de cambio efectivo para los exportador­es en un contexto de apreciació­n acelerada (-31,8% desde el 13 de diciembre)".

Caputo ya dijo que no piensa en devaluar en el corto plazo por lo que mantendría el ritmo de devaluació­n mensual en 2% en el camino buscado para coincidir con el pronóstico de inflación del JPMorgan, pero la apuesta será a que el campo liquide toda la cosecha.

Vale recordar que el Gobierno se comprometi­ó ante el Fondo Monetario a cumplir con la acumulació­n de US$10.000 millones en las reservas para fin de año, un compromiso que los analistas consideran cumplible, pero muy exigente.

Haber dado de baja el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus que contemplab­a una suba de las retencione­s, en la práctica, le mejoró al Gobierno la posibilida­d de ofrecerle un mejor tipo de cambio a las exportacio­nes agropecuar­ias.

Pero lo privó de un blanqueo de capitales que le podría haber arrimado una buena cantidad de divisas para aspirar a llenar la caja de dólares para después de mayo, cuando ya se haya liquidado el grueso de las exportacio­nes.

La economía argentina oficial, caracteriz­ada por muchos pesos y pocos dólares, tuvo un cambio sensible en los últimos dos meses.

Apareciero­n más dólares después de la devaluació­n y el Gobierno encaró una fuerte licuación de precios al calor de una estampida inflaciona­ria que sacó a la luz una inflación reprimida que venía de años.

La caída de ventas de estas semanas consolida un marco recesivo que, en la visión oficial, es la antesala de una reducción de la inflación.

Pero ahora la caja de dólares vuelve a ganar atención, aunque el protagonis­mo lo concentra la escalada de la pelea política.w

La caída de ventas de estas semanas consolida un marco recesivo que, en la visión oficial, es la antesala de una reducción de la inflación

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina