El VAR, la patada con el sello“Krupoviesa”, las hormigas y los elefantes
De la roja que mereció Herrera al offside milimétrico de Gimnasia y el penal no cobrado a Defensa y Justicia.
Se debe arrancar con una obviedad. La cámara en diagonal no aporta al rigor de un fútbol que se pretende milimétrico. “Tenía la uña del dedo gordo adelantada”, dirá el relator. Hay que preguntarle a Gimnasia, sino, al que le anularon un gol que hubiera sido su segunda victoria al hilo en el clásico frente a Estudiantes. Pero no sería el único. A Defensa y Justicia le quitaron un penal por un “raro offside”. Y en Santiago del Estero hubo un piñón en el área a minutos del final. Siga, siga.
El domingo, cerca de las 18.10, pasó un elefante por River. Es que, salvando las distancias, Marcelo Herrera le rindió tributo a la histórica patada de Krupoviesa a Daniel Montenegro. Aquella de 2006 fue una toma de karate. Y, aunque más sutil y un poco más baja, la entrada del lateral del local sobre Zenón a los 6 minutos del segundo tiempo mereció la roja. No sólo porque lo bajó de atrás y en carrera para cortar una contra sino por la violencia. El VAR no llamó y Falcón Pérez apenas lo amonestó.
Un detalle: a los 10 minutos Herrera había volteado a Cavani sobre la banda derecha. No fue jugada de VAR pero era amarilla que, sumada a la del segundo tiempo, hubiera significado la roja para el jugador.
Era tan obvio que Herrera “jugaba regalado” que a los 13 minutos (siete después de la patada a Zerece nón), Demichelis reemplazó al ex San Lorenzo por Sant’Anna. Paradoja del destino: por allí llegó el desborde de Blanco para el empate de Medina.
Se jugaban 17 minutos en el Bosque plantese cuando el uruguayo Matías Abaldo dejó mano a mano a Ivo Mammini con el arquero Pincha. El delantero de Gimnasia resolvió de una manera magistral; sin embargo el tanto fue anulado por un offside milimétrico.
La Liga Profesional compartió los audios del VAR: “Decisión factual; offside”, le dijo Silvio Trucco a Dóvalo por la cucaracha y (cosa juzgada) le sacaron el gol de una cachetada al equipo de Madelón.
“Las reglas son claras en ese sentido y sin importar lo ajustada que presente la situación de adelanto, esta debe ser sancionada”, explica la locutora en el video oficial.
Podría decirse que Gimnasia no ganó el clásico por una hormiguita.
Otra polémica se vivió en el “emparejamiento” entre Defensa y Justicia y Riestra. Ni bien arrancó el segundo tiempo el primer ataque del local terminó con un penal tras la mano de Joaquín Borja, que recién había ingresado para disputar el segundo tiempo en Riestra. Pero tras la revisión del VAR conducido por Yamil Possi fue invalidado por una posición adelantada en la jugada previa.
La imagen es elocuente y no pahaber un offside de Gastón Togni. Sin embargo, Possi le informó a Espinoza que dio marcha atrás en su decisión.
El clásico de Avellaneda tuvo sus polémicas aunque aquí pareció que hubo una clara bajada de línea de no buscar hormigas en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini. Primero, a los 19 minutos, Fedorco le pateó el talón en el área a Adrián Martínez. El delantero voló en el área pero el reclamo de los jugadores de Racing fue muy tibio. El VAR no llamó.
Más tarde, sobre el final del partido, se vivió una situación mucho más crítica. Racing ganaba por 1-0 y se terminaba. Avalos cuchareó una pelota en el área que dio en el brazo de Mura, a la altura de la manga. Igual que en la situación anterior, se cobraron penales como esos. Pero Tello no pitó y desde la revisión tampoco lo llamaron.
El resto de los partidos también tuvo sus detalles para tener en cuenta. Empujones en el área de Vélez-Tigre que no fueron sancionados. Y un golpe de puño en Central Córdoba-Atlético Tucumán que pudo haber definido el partido a favor del visitante. La decisión fue no alterar el orden. Más parecido a lo que pasó en los “clásicos puros” y bastante diferente a los offsides milimétricos que definieron la suerte de Gimnasia y Defensa y Justicia, por ejemplo.▪