Un coiffeur para darles una alegría a los Moyano
Nicolás Tonini tiene 24 años, es arquero y llora sin consuelo en medio del partido. Inexplicablemente, el referí que le anuló un gol legítimo a su equipo luego le inventó un penal en contra y acaba de cobrar el segundo penal a favor del adversario. Tonini ya no protesta. La injusticia contra su club -Altos Hornos Zapla, de Jujuy- explota en lágrimas. Debían estar 1-0 arriba y están 2-0 abajo por tres fallos arbitrales insólitos.
El partido termina 2-1 a favor del rival y los jujeños -con dos jugadores y el técnico expulsados- pierden la última plaza para ascender al Torneo Federal A. Desde allí se puede llegar a la Primera Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino.
El rival beneficiado es Camioneros, el equipo de Hugo Moyano que ahora maneja su hijo Pablo, el secretario general de la CGT que dijo que había que tirar al ministro de Economía al Riachuelo y luego minimizó: “Fue una frase metabólica”.
El primer penal decisivo fue convertido por Facundo Moyano, hijo de Pablo y nieto de Hugo. La gloria en carne propia.
El árbitro de los fallos insólitos que llegó para dirigir esa final del domingo en San Francisco, Córdoba, se llama Marcelo Sánz y ya había dirigido a Camioneros en partidos polémicos. Es un referí marplatense casualmente, la ciudad de la familia Moyanoy dirige en la liga de Mar Chiquita, cuya ciudad cabecera es Coronel Vidal, a 60 kilómetros de Mar del Plata.
El hombre fuerte de Mar Chiquita es el ex intendente kirchnerista “Pitingo” Paredi, que gobernó el partido 16 años y acaba de dejar su cargo -lo sucede quien era su secretario de Gobierno- para irse al directorio de la empresa de Aguas bonaerense ABSA, designado por el gobernador Kicillof.
Paredi es un hombre del deporte, y jura que fue él quien llevó en andas a Maradona cuando Boca salió campeón en 1981.
El partido que le dio el ascenso a Camioneros tuvo fallos arbitrales insólitos.
Aunque se considera “un enamorado de Néstor y Cristina”, fue durante tres años el responsable del básquet en Boca durante la presidencia de Daniel Angelici. “No hay que mezclar”, argumentó entonces.
Se fue sin títulos, pero dándose un gusto:
Boca llegó a jugar en el polideportivo Presidente Perón de Coronel Vidal, junto a la ruta 2. Allí mismo hizo una pretemporada Barracas Central, el club de Chiqui Tapia, yerno de Hugo Moyano y presidente de la AFA.
Hace dos años, el intendente Paredi le había cedido terrenos municipales a un club de Santa Clara presidido por Iván Colihuinca, actual titular de la liga donde dirige el referí Sanz, que cada tanto es designado a partidos decisivos de Camioneros.
Con su arbitraje escandaloso, el equipo de Moyano entró en gracia: además de ascender al Federal A, participa del Promocional Amateur, que otorga dos ascensos a la Primera C, y se transformó en el único equipo argentino en jugar dos torneos promocionales al mismo tiempo. Más chances para seguir subiendo. El mismo domingo hubo en Mar del Plata otra polémica futbolística fuerte, también tapada por el River- Boca. Alvarado -el club marplatense de los Moyanole ganó 1-0 a All Boys, a quien le anularon el empate por un offside inexistente.
Mientras los hinchas de Alvarado volvían a su barrio festejando, pasaban por un local ubicado a la vuelta del club, entre pintadas con los colores del equipo de los Moyano. El local tiene un cartel que dice: Salón de Corte Masculino. Marcelo Sanz Coiffeur. Es el referí que ese mismo día ayudó a ascender a Camioneros.