La preservación del planeta, en cuenta regresiva
La población mundial viene creciendo año a año, poblando así el planeta. Por cada habitante en el mundo en los años de Nerón en el Imperio Romano hay ahora 41. También creció el PBI mundial mejorando así el nivel de vida de la población; baste decir que en el siglo XX el PBI mundial se multiplicó nada menos que 19 veces.
Pero la otra cara de esta evolución progresiva es el continuo aumento de las emisiones contaminantes que están afectando a todos los territorios. Antes de la Revolución Industrial el perjudicial CO2 acumulado alrededor de la Tierra llegaba a 280 ppm, ahora ya llega a 423 ppm. Este gran aumento está directamente vinculado con el creciente consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) que son protagonistas de este grave aumento de las emisiones contaminantes,
El ritmo del aumento de estas emisiones ha comenzado a decrecer porque disminuye la cantidad de energía asociada con un aumento en el PBI mundial. Esto se explica en parte por la creciente importancia de la generación de servicios comparada con la producción de bienes y además los avances tecnológicos. Al mismo tiempo han comenzado a crecer las denominadas energías no contaminantes, en esta categoría se incluyen las energías hidráulica, nuclear, eólica y solar.
Ya son muchas las naciones, especialmente las más desarrolladas económicamente, donde viene creciendo el PBI pero, al mismo tiempo disminuyen las emisiones. Un ejemplo son los Estados Unidos, donde el PBI actual es el doble que el del año 1990 pero las emisiones contaminantes son un 30% menores, algo similar viene ocurriendo en los países industrializados agrupados en la Unión Europea.
Un caso importante es China, que es por mucho el primer contaminador mundial. El PBI chino es ya 14 veces mayores al de 1990, peros sus emisiones crecieron menos (5 veces), algo similar viene ocurriendo en la India. Esto es importante porque las emisiones totales de CO2 generadas por China, Estados Unidos, India, Unión Europea y Rusia son 60% de las emisiones mundiales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresa que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI, expresando que la salud es y será afectada por los cambios de clima a través de impactos directos (olas de calor, sequías, tormentas fuertes y aumento del nivel del mar) e impactos indirectos (enfermedades de las vías respiratorias y las transmitidas por vectores, inseguridad alimentaria y del agua, desnutrición y desplazamientos forzados).El cambio climático exacerba algunas amenazas para la salud y crea nuevos desafíos de salud pública. En todo el mundo, ocurrirán 250,000 muertes adicionales por año en las próximas décadas como resultado del cambio climático.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha confirmado que 2023 fue, el año más cálido jamás registrado. La temperatura media anual del planeta se quedó a las puertas de superar en 1,5 grados los niveles preindustriales, La OMM, ha confirmado que en 2023 la temperatura media anual del planeta estuvo 1,45 ± 0,12 °C por encima de los niveles preindustriales (1850-1900
Las temperaturas de la superficie del mar fueron excepcionalmente altas durante gran parte del año, y se produjeron perniciosas olas de calor marinas de intensidad severa.
En la Antártida, la extensión del hielo marino fue la más baja jamás registrada, tanto para el mínimo de finales de verano (en febrero), como para el máximo de finales de invierno (en septiembre). Estos cambios a largo plazo en nuestro clima se manifiestan a diario en las condiciones meteorológicas.
En 2023, el calor extremo afectó a la salud de las personas y contribuyó a alimentar devastadores incendios forestales, lluvias intensas, crecidas, inundaciones y ciclones tropicales que se intensificaron rápidamente dejando un rastro de destrucción, además de cuantiosas pérdidas económicas.
“El cambio climático es el mayor reto que enfrenta la humanidad. Nadie escapa a sus consecuencias, y afecta especialmente a los más vulnerables”, afirmó la profesora Saulo, secretaria general de la OMM. “No podemos permitirnos esperar más. Aunque ya se están tomando medidas, tenemos que hacer más y tenemos que hacerlo rápidamente. Debemos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y acelerar la transición hacia fuentes de energía renovables”, declaró.
Desde los años’80, cada nuevo decenio ha sido más caluroso que el anterior. Los últimos nueve años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. En el 2023 vimos un anticipo del futuro que nos espera si no actuamos ahora.
Debemos responder al aumento de la temperatura con medidas innovadoras, afirmó el secretario general de las Naciones Unidas: “Todavía podemos evitar las peores consecuencias de la catástrofe climática. Pero solo si actuamos de inmediato con la ambición necesaria para limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 C”, declaró Guterres.
No deben sorprendernos estos aumentos de la temperatura global que se vienen registrando desde hace tiempo ya, acompañando los aumentos en las emisiones de CO2 acumuladas y que rodean nuestra Casa Común. Al ritmo actual del aumento de estas emisiones cruzaríamos la barrera crítica de 450 ppm en menos de 7 años. No hay tiempo que perder; por eso es esencial que se implementen acuerdos internacionales que sean realmente efectivos y que tengan como objetivo cuidar nuestra Casa Común.w