La sencillez, con la mira en el Oscar
Vidas pasadas es como la contracara de Todo en todas partes al mismo tiempo. Transcurren en los Estados Unidos, pero tienen una raíz coreana. Y mientras la ganadora de 7 Oscar, incluyendo mejor película, se amplía al multiverso, Vidas pasadas se mantiene con los pies sobre la Tierra. Es simple, sencilla y hasta apta para todo público, una rareza en los filmes nominados al Oscar, como es su caso.
Muchas veces uno no sabe cómo pueden terminar, derivar las relaciones. Alguien que, tal vez, no esperábamos que fuera a ocupar un rol importante en nuestras vidas, lo hace. Vidas pasadas, que viene ganando premios y es candidata al Oscar a la mejor película, trata un poco sobre eso. Y más.
Nora y Hae Sung eran amigos en su infancia, pero la decisión de la familia de ella de emigrar de Corea del Sur, los separa. Se alejan por las circunstancias, y el destino. Y precisamente el destino volverá a reunirlos. Es que la película abarca tres períodos de tiempo y dos continentes. Bueno, se vuelven a juntar y terminan de una manera que no vamos a spoilear, porque las fantasías románticas no hay que dega cirlas, sino vivirlas.
De entrada, no sabemos quién es quién, sentados en un bar neoyorquino. Nora (Greta Lee), Hae Sung (Teo Yoo) y Arthur (John Magaro) ¿son amigos? ¿amantes? ¿compañeros de trabajo? Esa breve introducción nos permite conjeturar algo de lo que está por venir.
Nora cuando era pequeña lloraba a mares. Era -es- muy inteligente. Su mejor amigo es Hae Sung, otro chico lúcido, instruido como ella, que la adora. Tanto, que Nora le lleAsí
a decir a su madre que se va a casar con él en un futuro. Los planes de mudanza hacia Canadá en menos de un año dificultarán todo, y los separará, por primera vez.
Vidas pasadas no podría existir sin Internet ni las redes sociales. Es que pasan 12 años, ella intenta probarse como dramaturga y él, tras dejar el servicio militar, estudia ingeniería. Lo de la nueva tecnología va porque ella googlea Hae Sung, y descubre que él la estaba buscando por Facebook.
retoman el contacto, vía mensajes o por Skype, pero ella advierte que la cosa no podría prosperar mientras está concentrándose en su carrera. ¿Cómo sería una relación a distancia con Hae Sung?
Y así llegamos, doce años después, al comienzo, que no es cuando ellos son chicos, sino al inicio de la película. Nora se ha casado con Arthur, también escritor. Tienen una relación buena y él está aprendiendo a hablar en coreano…
Pero aparece Hue Sung. Estará unos días en Nueva York. ¿Dos personas pueden tener una mínima interacción, y llevarse bárbaro porque estuvieron juntas en una vida pasada? El guion presenta la noción de “In-Yun”, la forma en que el universo reúne almas que compartieron una conexión en vidas previas. Creer o reventar. O no tanto.
Song, que nació en Corea del Sur, se basa en su propia historia y cultura para crear este debut, que es autobiográfico, pero a la vez, universal. Su próximo proyecto incluye también un triángulo: Dakota Johnson, Pedro Pascal y Chris Evans, y será una comedia romántica ambientada en Nueva York.w