La trama de corrupción por los barbijos salpica a la esposa de Sánchez
Begoña Gomez se habría reunido con empresarios ligados a la red que los vendió con coimas al Estado en la pandemia. La Justicia de España investiga esos contratos.
No cesa la pesadilla para Pedro Sánchez por la presunta trama de corrupción dentro de su partido, el PSOE, en torno a la compra de barbijos apenas estalló la pandemia. A la responsabilidad que se atribuye a su ex ministro de Transporte -cuyo asesor favorito habría recibido comisiones ilegales por la compra del material sanitario- se suman las sospechas en torno a reuniones que su esposa, Begoña Gómez, habría mantenido con empresarios vinculados a la supuesta red de corrupción.
Según el diario online El Confidencial, Begoña Gómez, que suele cultivar un estricto perfil bajo, se habría reunido con Víctor de Aldama y con Javier Hidalgo, quienes le habrían presentado proyectos de negocios: desde una aplicación para vender medicamentos a domicilio -que la Agencia Española del Medicamento nunca autorizó- a iniciativas inmobiliarias para revitalizar zonas despobladas.
De Aldama es el presidente del Zamora Club de Fútbol. Se el atribuyen emprendimientos textiles en Africa y en Sudamérica y parece que circulaba por el Ministerio de Transporte con pase preferencial. El sería el nexo entre la administración pública y la empresa a la que se adjudicó la compra de barbijos por su buena relación con
Koldo García, el asesor del ex ministro Abalos y primera pieza en el rompecabezas de la recaudación ilegal.
García es la cara más visible, hasta ahora, de un enriquecimiento desmedido e imposible de justificar: en un par de años su patrimonio aumentó 1,5 millones de euros.
Javier Hidalgo, por su parte, es hijo de Juan José Hidalgo, fundador de la corporación Globalia, a la que perteneció la aerolínea Air Europa antes de ser adquirida, en 2021 y con presupuesto del gobierno, por Iberia. Javier fue consejero delegado de Air Europa y un inquieto emprendedor: se ocupó de fondos de inversión, representación de modelos y hasta incursionó en la industria naviera.
La esposa del presidente Sánchez, cuyo currículum es blanco de las críticas de los opositores al gobierno, dirige una cátedra creada por la Universidad Complutense de Madrid para formar expertos en el mercado laboral. Los contactos entre los empresarios y Begoña Gómez se habrían producido más o menos en paralelo mientras el Ministerio de Transportes -que por entonces dirigía José Luis Abalos, un hombre muy cercano a Pedro Sánchez- abrochaba contrataciones de emergencia para comprar barbijos lo antes posible.
La Audiencia Nacional investiga esos contratos con el foco puesto en las comisiones ilegales que se habrían pagado en las adjudicaciones. Y el ex ministro Abalos, por lo investigado hasta ahora, figura como “intermediario”.
El opositor Partido Popular (PP), en tanto, podría citar a la esposa de Sánchez. “Se ha superado incluso el entorno más cercano en lo político del Partido Socialista para que se hable de reuniones de su propia mujer con el comisionista y con empresarios, supuestamente. Esto necesita y merece una explicación inmediata”, dijo este jueves la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. No descartó que Begoña Gómez fuera citada a declarar en el Senado. Aunque subrayó que es su esposo, Pedro Sánchez, quien debe hablar.
Dentro del PSOE, el escándalo por las comisiones ilegales enfrentó a la cúpula del partido con el ex ministro Abalos que, hasta este miércoles, era uno de los 121 diputados socialistas en el Congreso.
La presión del PSOE para que Abalos renunciara a su banca derivó en un alejamiento del ex ministro del partido. Y como se negó a dejar su escaño -el acta de diputado es personal y no pertenece al PSOE, pasó a integrar, en solitario, el grupo parlamentario de los partidos minoritarios, conocido como grupo mixto.
El miércoles, durante la sesión de control al gobierno, la mayoría de las preguntas al presidente apuntaron al “caso Boldo”. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, le disparó: “Usted lo sabía, al menos, desde hace tres años -le dijo a Sánchez-. Usted lo sabía y lo tapó.” Con su respuesta, Pedro Sánchez pateó la pelota fuera de la cancha: “Causa sonrojo el que piense que puede sacar tajada política de la corrupción”.
La oposición golpea con el caso al jefe del gobierno español.