Duelo en la frontera entre Biden y Trump por la crisis migratoria
Viajaron a Texas, en el borde con México, para actos de campaña. El ingreso al país de “sin papeles” es lo que más preocupa a los votantes, según sondeos.
El presidente demócrata Joe Biden y el candidato republicano Donald Trump viajaron ayer en forma simultánea a Texas, a la frontera entre Estados Unidos y México, en un duelo electoral ante un tema que es el que hoy más preocupa a los estadounidenses y es sin dudas uno de los más calientes de la campaña: el avance de la migración, que Trump considera una “invasión de criminales”, mientras Biden acusa a los congresistas republicanos de no aprobar las leyes necesarias para regularla.
Los candidatos que seguramente competirán en las elecciones generales del 5 de noviembre visitaron la zona fronteriza cuando existe un número récord de cruces de migrantes por pasos no autorizados y un reciente sondeo de Gallup afirma que la inmigración se ha convertido la mayor preocupación (más que el gobierno y la economía) con un 28% de estadounidenses que mencionan esta cuestión en el top de la lista. Además, el 55 % dice que “el gran número de inmigrantes que ingresan ilegalmente a EE.UU.” es una amenaza crítica para los intereses del país.
"Es un pésimo presidente. Probablemente el más incompetente que jamás hayamos tenido. Está permitiendo que entren miles de personas de China, Irán, Yemen, Congo, Siria y otras muchas naciones. Estados Unidos se está viendo invadido por el crimen migrante de Biden", sostuvo Trump. Y enfatizó que esos migrantes "llegan de cárceles, de instituciones mentales (...) y son terroristas. Se está permitiendo que entren en nuestro país. Y eso es horrible".
Biden, en tanto, fue con propuestas: "Necesitamos proporcionar más personal y más recursos" para aliviar la crisis, añadió en Texas para conocer de primera mano la emergencia migratoria. "En lugar de jugar y bloquear, Trump debería unirse a mí y presionar para que se apruebe el compromiso de inmigración que alcanzamos", dijo.
Cuando la economía marcha con buen ritmo de crecimiento y la inflación ha bajado a índices normales, la inmigración parece ser hoy el gran problema para la campaña de Biden, más allá de su edad. Un sondeo de NBC mostró que Trump aventaja a Biden por 30 puntos respecto al manejo de ese tema. Otro de Monmouth reveló que una mayoría a apoya un muro fronterizo como el que el republicano comenzó a construir bajo su mandato.
Biden se reunió con agentes de la patrulla fronteriza en Bronwnsville, Texas, un enclave demócrata que tiene trato más humanitario con los inmigrantes, mientras Trump fue a Eagle Pass, unos 480 kilómetros al oeste, donde su aliado, el gobernador texano Greg Abbott, tiene una política de mano dura y parte del área fronteriza controlada con militares, desafiando la jurisdicción del gobierno federal en esa zona.
El tema de la migración es uno de los preferidos de Trump y fue su caballo de batalla en las elecciones de 2016. Y ahora lo renueva y sube la apuesta: en un mensaje por la red Truth Social dijo que "la invasión fronteriza está destruyendo nuestro país y matando a nuestros ciudadanos" y prometió nuevamente la "mayor deportación de criminales ilegales en la historia de Estados Unidos" si es reelegido.
Además, propone construir enormes campamentos para detener a inmigrantes indocumentados y también rechazar las solicitudes de asilo sobre la base de que son portadores de infecciones como la tuberculosis.
Biden, en tanto, acusa a los republicanos en el Congreso de “jugar a la política” y no respaldar reformas al sistema de migración en una propuesta bipartidista que fracasó el 7 de febrero, que incluía más fondos para patrullas, endurecía el sistema de asilo y agilizaba la deportación de los migrantes que ingresaran por la frontera que no puedan sustentar sus solicitudes de protección.
"Todos los días de aquí a noviembre", dijo, "el pueblo estadounidense va a saber que la única razón por la que la frontera no es segura es Donald Trump y sus amigos republicanos MAGA.”, dijo Biden.
El presidente ha probado varias políticas para disuadir a los migrantes de cruzar la frontera sur, incluida una el año pasado en la que limitó el asilo para aquellos que cruzaron a través de un tercer país y no solicitaron protecciones allí. Pero no han funcionado porque los migrantes siguen ingresando.