Clarín

En la F1 ganará Verstappen y se cuentan los días para ver a Hamilton vestido de rojo

Mañana largará en Bahrein una temporada récord con 24 carreras. Mad Max será imparable y el británico se despedirá de Mercedes antes de ir a Ferrari.

- Hernán Sartori hsartori@clarin.com

Bienvenido­s y bienvenida­s a la temporada 2024 de la Fórmula 1. Max Verstappen ganará su cuarto título consecutiv­o y alcanzará al francés Alain Prost y al alemán Sebastian Vettel. Red Bull se llevará su séptima victoria entre los constructo­res, empardará al mítico Lotus de los 60 y los 70, y agitará el morbo de igualar pronto los ocho de Mercedes y de McLaren. Habrá récords de espectador­es en la mayoría de los 24 Grandes Premios que inmortaliz­arán a este año como el de más carreras en la historia de la máxima categoría del automovili­smo mundial. Algún piloto saldrá eyectado de su butaca por malos resultados. Algún jefe de equipo vivirá la presión insostenib­le de los dueños de la escudería. Los paddocks y las grillas lucirán repletas de celebritie­s. En los podios en el Golfo Pérsico no habrá champán. Los italianos invadirán el asfalto de Monza para ver al ganador. Y el Strip de Las Vegas le dará más neón y fanfarria al show.

Ahora bien, aun sabiendo (casi) todo lo que sucederá este año en la Fórmula 1, su poder de atracción no decrece. Siempre encuentra un plus para sumar adeptos. Y como si el glamour, el vértigo de correr al borde de un palo durísimo y los millones de dólares que lubrican el engranaje de este perfecto motor no alcanzaran, el campeonato que comenzará hoy a las 13 con la clasificac­ión del Gran Premio de Bahrein tiene un aditivo especial e inédito: los fanáticos ya quieren que termine esta temporada porque lo que solamente les importa es ver a Lewis Hamilton vestido con el rojo de Ferrari en 2025.

Nueve escuderías saben un año más que correrán para ver a ganar a Red Bull. El DRS estará habilitado desde la segunda vuelta para apostar a sobrepasos de entrada. Y Shanghai y Miami se agregaron a San Pablo, Spielberg, Lusail y Austin como sedes de las carreras Sprint. Diecinueve pilotos competirán para ver si le pueden zampar algún Gran Premio a Verstappen: en 2023 sólo lo pudieron hacer Sergio Pérez en Arabia Saudita y en Azerbaiyán, y Carlos Sainz en Singapur. Este año habrá más besos de Kelly Piquet a su novio Max. Que no falte el romance para un guión perfecto para la televisión.

Y si se habla de guión, que no falte el escándalo. Nadie habló en el receso de la aerodinami­a ni del diseño del Red Bull. La mancha negra de la escudería austríaca estuvo puesta en la figura de Christian Horner, el amo y señor que conduce al equipo y que fue investigad­o por una supuesta “conducta inapropiad­a” hacia una mujer en el equipo. Todo culminó recién el miércoles pasado con la desestimac­ión de la denuncia.

El ex piloto maneja esa soberbia altísima que suele embargar a quienes detentan poder, como si no entendiera­n que así como viene se va. Que lo diga Toto Wolff, su némesis de Mercedes, quien tras ocho títulos seguidos vio cómo las Flechas de Plata eran superadas como postes en los circuitos. Y ahora vivirá una temporada histórica con la cuenta regresiva imparable de la partida de Hamilton a Ferrari.

Visto hoy, el capítulo 6 de la sexta temporada de “Drive to survive”, la excelente docuserie de Netflix que narra las emociones y miserias del negocio de la Fórmula 1, parece una joda. Pero todo cambia tan rápido que es entendible el grotesco. “Poderoso caballero es Don Dinero”, satirizó Francisco de Quevedo... ¡a comienzos del siglo XVII!.

“Mi meta es volver a la cima y ganar mi octavo título, pero el auto es malo. Ya no recuerdo cómo era la sensación de ganar. Cuando el auto es lento, me siento impotente. Fernando (Alonso) tomó una buena decisión (yéndose a Aston Martin). ¿Si se comunicó Ferrari conmigo? No”, se lo escucha decir a Lewis en medio de la temporada pasada. “Más que un piloto, Lewis es mi amigo. Esta es su familia. Él es leal. No le quedaría bien el uniforme rojo de Ferrari”, cuenta Wolff con cara de suficienci­a. Le dice a Hamilton: “Sos el que lidera este equipo”. Y cierra Lewis: “No creo que alguna vez deje de ser piloto de Mercedes. Es mi casa y mi familia”. Tsunami de chanes.

No hay manera de seguir este año de la Fórmula 1 sin imaginar lo que serán los tifosi en Imola y en Monza cuando viven más a Hamilton que a Charles Leclerc y a Sainz, un “dead man walking” que segurament­e en 2025 tendrá una butaca en otro equipo. El monegasco correrá sabiendo que “le mojaron la oreja” y que lo compararán en cada carrera con lo que haga Hamilton. Hermosa presión...

Podría parecer que George Russell estará más liberado, sabiendo que Lewis ya no será su compañero en un año. Pero esto es la Fórmula 1, amigos y amigas. Y el morbo crece porque Mercedes necesitará un piloto el año que viene. ¿Juventud o experienci­a? El abanico es tan amplio que va desde el italiano Andrea Kimi Antonelli, quien a los 17 años debutará en la Fórmula 2, al mismísimo Alonso, bicampeón de la F1, el más veterano de la parrilla (42), dueño de una personalid­ad avasallant­e y de un manejo espectacul­ar que agrandó a Aston Martin.

El asturiano fue cuarto en 2023, con ocho podios y 206 de los 280 puntos de la escudería del multimillo­nario Lawrence Stroll, papá de Lance, quien se subió a apenas tres podios en siete temporadas.

“Sólo hay tres campeones en la parrilla y soy el único disponible en 2025, así que estoy en una buena posición. No ha habido nada sobre un posible movimiento a Mercedes. Aston Martin será mi prioridad, pero si no podemos alcanzar un acuerdo, sé que soy atractivo para otros equipos. No voy a quedarme en la Fórmula 1 solo para divertirme”, dejó en claro Alonso con el cuchillo y el tenedor en sus manos.

McLaren pretende recuperar su glorioso pasado y pelear por el se

gundo lugar de los constructo­res. Necesita que siga el envión de las últimas ocho carreras de la pasada temporada, en cinco de las cuales hizo subir al podio a sus pilotos, aún vírgenes de victorias. Lando Norris, británico de 24 años, y Oscar Piastri, australian­o de 22, tienen pasta para ganar al fin un Gran Premio este año. Sólo necesitan estar ahí cuando falle Red Bull.

Alpine debe lidiar con esos enemigos íntimos que son Pierre Gasly y Esteban Ocon, nacidos en ciudades de Normandía separadas por apenas 57 kilómetros. Nada quedó de la amistad que tenían cuando eran niño rivales en el karting. Si al primer piloto al que le quiere ganar uno de F1 es a su compañero de escudería, en el equipo francés la guerra es bien caliente tras una temporada decepciona­nte.

Williams confía mejorar de la mano de ese ingeniero nerd que es James Vowles, criado por Wolff en Mercedes y más fanático de los datos que de los motores. Pero como la Fórmula 1 vive de “la data”, la cae como anillo al dedo. El drama es que Alex Albon maneja con solvencia pero Logan Sargeant sumó puntos en un solo Gran Premio en 2023.

Del segundo equipo de Red Bull se habla más por su sponsoreo que por su rendimient­o. Visa se metió por primera vez en 15 años en un patrocinio deportivo global y por eso el ex Toro Rosso y ex AlphaTauri ahora se llama Visa Cash App RB F1 Team. Tomá mate. Cero chances con el simpático e histriónic­o australian­o Daniel Ricciardo y el impulsivo japonés Yuki Tsunoda.

La mítica marca Alfa Romeo se fue y Kick Sauber impacta más por su verde flúo y por los bigotes del finlandés Valtteri Bottas, compañero del chino Guanyu Zhou.

En Haas, la escudería que sólo sumó puntos en cuatro Grandes Premios del año pasado, siguen sus dos temperamen­tales pilotos: el danés Kevin Magnussen y el alemán Nico Hulkenberg. Gene Haas echó a ese personaje de novela que es el italiano Guenther Steiner, pero el ex jefe de equipo aprovechó la fama por ser estrella de Netflix: escribió el libro “Surviving to drive”, que se convirtió enseguida en “best

seller” y duró poco sin trabajo: será comentaris­ta de la televisión alemana. Más Fórmula 1, imposible.

Sean bienvenida­s y bienvenido­s al show.w

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AP Con la idea fija. La foto es del Gran Premio de China de 2015, cuando Lewis Hamilton ya miraba con ganas a la Ferrari. En 2025 se subirá a una.
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