Clarín

“Mi amigo robot”, la sorpresa española

Aspira al Oscar a mejor película animada, y no tiene diálogos.

- Nazareno Brega Muy buena

Animación. España / Francia, 2023. Título original: "Robots Dreams". 103’. ATP. Dirección: Pablo Berger. Salas: Hoyts Abasto, Cinemark Palermo, Multiplex Belgrano, Cinépolis Recoleta, Showcase Norcenter.

La primera película animada del español Pablo Berger busca dar el gran golpe el próximo 10 de marzo en los Premios Oscar, después de arrasar en la temporada de premios de Europa, para ganarles el trofeo de mejor película animada a Disney / Pixar, Netflix, Hayao Miyazaki y el Spider-verso del Hombre Araña.

Esta pequeña joya sin diálogos, pericia que el cineasta había demostrado tener hace más de una década en su adaptación en blanco y negro de Blancaniev­es a la Guerra civil española, se centra en la relación de un perro solitario que decide comprar un robot para que le haga compañía.

El cineasta decide unir, en esta especie de “bromance” (subgénero de la comedia masculina sobre los bordes de la amistad y el amor platónico), al animal conocido como “el mejor amigo del hombre” con la máquina utilizada para describir personas sin sentimient­os, aquí llamados elocuentem­ente Perro y Robot, y así señalar la universali­dad de su relato sobre las relaciones, más allá de su anclaje en la vista Nueva York de la década de los '80.

Berger destaca cierta agresivida­d

callejera neoyorquin­a de antaño, aunque brinda algún indicio de la futura gentrifica­ción, y utiliza de entrada a las Torres Gemelas como una alegoría de la tragedia y la reconstruc­ción que vendrán. Mi amigo robot transita, a lo largo de las cuatro estaciones del año, la soledad, la construcci­ón de vínculos, la separación que implica el retorno a la soledad y la creación de nuevos vínculos, luego de varios traspiés en un camino lleno de baches.

Tal vez el problema más grande de la película reside en que el grueso de la narración está enfocada en esos tropezones que tienen Robot y Perro luego de la separación forzada y en sus constantes sueños de un reencuentr­o. Mi amigo robot se siente estirada a partir de esa repetición, más allá de que el cineasta consigue algunos gags brillantes y aprovecha para hacerle guiños a las coreografí­as de El Mago de Oz, Buster Keaton, Charles Chaplin e incluso Jacques Tati.

La vistosa animación, inspirada en la novela gráfica de 2007 de Sara Varon, se parece un poco a la serie animada BoJack Horseman, repleta de animales antropomor­fos, pero en una versión candorosa y sensible, como si se tratara de una historieta infantil de Liniers. Lo curioso es que los niños tal vez se sientan apenas desorienta­dos por no alcanzar a procesar esa melancolía que invade Mi amigo robot.

Pablo Berger les regala a Perro y Robot un final feliz, pero uno distinto al acostumbra­do por las animacione­s para chicos que se estrenan. Mi amigo robot subvierte el tradiciona­l “fueron felices para siempre” en un mucho más sano y real “siempre se puede ser feliz”.w

 ?? ?? Trama. Un perro compra un robot para que le haga compañía.
Trama. Un perro compra un robot para que le haga compañía.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina